Según Donald Trump, en el mejor de los casos para finales de abril de este año habrán muerto entre 200,000 y 300,000 estadounidenses por el coronavirus. Esta sería una tasa de mortalidad de 256 veces mayor a la registrada por China. Y es probable que esa tasa de mortalidad se incremente debido al sistema de salud de EUA que siendo privado limita el acceso a la atención que requieren las personas contagiadas por el coronavirus.
Al día de hoy se registran 245,442 personas con Covid-19 y 6,098 fallecidos que equivalen de 8 a 13 veces mayor que la de China, a pesar de que esta pandemia no tomó por sorpresa a Trump, cómo sucedió con China.
Aunque las calificadoras de riesgo no lo digan, Estados Unidos está en una crítica condición de default debido a una deuda externa impagable que es superior a los 21 billones de dólares.
Las reservas que poseen los Estados Unidos apenas cubren 1.4 meses de sus importaciones y lo vuelven muy vulnerable a la crisis actual.
La solución que tenían de imprimir dólares ya no funciona porque el sistema financiero mundial se está deshaciendo del papelito del petrodólar y ahora busca comprar oro.
Existe además una gran dependencia de Estados Unidos a las importaciones de China y hay un preocupante agotamiento de sus reservas de hidrocarburos que le hacen el mayor consumidor de petróleo a nivel mundial.
Aunque su población sea 4 veces menor a la de China y desde hace décadas optó por la costosa y contaminante tecnología del fracking está en desventaja con China en la búsqueda de oro y de petróleo.