El Congreso de la Unión está debatiendo ahora cómo van a compensar a los propietarios de la tierra, por los efectos contaminantes que provocará la explotación del gas Shale en el noreste de México. En la Reforma Energética se partió del supuesto difícil de demostrar, que es muy rentable este tipo de explotación.
La extracción de gas natural convencional (asociado y no asociado) le cuesta a Pemex menos de 0.50 dólares por millar de pies cúbicos (mpc). Al venderse actualmente a 4.00 dólares por unidad, deja un rem¿anente para el país de 3.50 dólares por mpc, como impuesto de aprovechamiento.
De los múltiples reportes disponibles en Internet, se puede deducir un costo promedio de inversión por pozo en la Unión Americana, de 7 millones de dólares. Este tipo de pozo agota su producción en cuatro años extrayéndose en promedio en toda su vida activa, 3 miles de millones de pies cúbicos de gas. Mediante aritmética sencilla obtenemos un costo de inversión de 2.33 dólares por millar de pies cúbicos, que se convierte en 3.00 si le agregamos los costos financieros para amortizar la inversión en cuatro años.
Lo anterior plantea un cuestionamiento muy legítimo de los mexicanos: ¿Cuánto le va a redituar a Hacienda la explotación del gas Shale en el noreste del país? Porque la única justificación para permitir esta explotación intensiva, es logrando un beneficio económico probado para la nación, porque finalmente habría que atender todas las secuelas contaminantes con grado de permanencia de muchas décadas.
Si la diferencia entre precio de venta actual y costo, es de solamente un dólar por unidad, no hay remanente para darle a Hacienda 3.50 dólares de impuesto, porque el precio de venta tendría que ser de 6.50 dólares por mpc, y rebasa por mucho los 4.00 dólares del precio actual internacional. Además aún falta considerar la ganancia de las empresas extranjeras que explotarán este recurso, que asegurarán cobrar primero lo suyo, toda vez que el cambio constitucional se efectuó para permitirles hacer negocio en México.
Los Senadores y Diputados Federales que aprobaron la Reforma Energética y sus Leyes Secundarias debieron condicionar la explotación Shale: Solamente se autorizarán proyectos que representen una ventaja para la recaudación de Hacienda igual o mayor de 3.50 dólares por millar de pies cúbicos. Y además legislar la obligatoriedad de cumplir leyes regulatorias ecológicas estrictas con especificaciones detalladas para evitar la contaminación de la tierra, del agua superficial y de los mantos acuíferos; y no se emplearán recursos hídricos cuyo destino actual o futuro sea para consumo humano o agropecuario.
Monterrey Nuevo León, 29 de julio de 2014.