El Nuevo Oscurantismo del Siglo XXI

Los grandes avances intelectuales de Grecia no continuaron cuando Roma la sustituyó como la gran potencia del Mediterráneo. Los romanos, gracias a su organización política y social habían logrado construir un vasto imperio, más no tuvieron mayor interés en las matemáticas que el estrictamente necesario para la administración de los territorios conquistados y lo mismo sucedió con las demás disciplinas científicas. De modo que cuando el Imperio dejó a la Iglesia católica como la única líder política y espiritual del mundo occidental aumentó aún más el rechazo al conocimiento científico.

En esa situación la cultura europea entró en un período de estancamiento. Señala la historia que entre los años 500 y 1450 de la era cristiana las ideas que tenía el ser humano sobre el Universo y el lugar que el planeta Tierra ocupaba en él fueron las expresadas en el Génesis combinadas con ideas paganas. Por esos años, los sacerdotes cristianos adquirieron un poder tal que les permitió oponerse en forma sistemática a toda la sabiduría pagana. Con esa actitud hacia el conocimiento buscó aniquilar cualquier actividad relacionada con el pensamiento analítico.

La actitud de los romanos hacia el conocimiento teórico, así como la predisposición cristiana hacia la ciencia fueron factores determinantes de una estructura social donde el estudio de las leyes de la naturaleza no tenían importancia. La gran mayoría de la información científica utilizada estaba contenida en compendios que intentaban resumir el pensamiento que habían generado los griegos. Un claro ejemplo de ello fueron los trabajos de San Isidoro de Sevilla (560 – 636 DC) quién en su libro titulado ‘De las cuatro disciplinas matemáticas’ se refiere a la aritmética, la música, la geometría y la astronomía describiendo la forma del mundo, la esfera celeste, los planetas, sus movimientos y las estrellas.

Creía que el Sol estaba hecho de fuego, además de que era más grande que la Tierra y la Luna. Solo conocía 7 planetas y cada uno tenía su propio movimiento a través de su esfera cristalina, además de varios conceptos que ahora resultan risibles. Con este y otros trabajos similares se presentaban solamente descripciones de los fenómenos celestes más evidentes sin aportar nuevas ideas. Durante la primera etapa de la Edad Media arraigaron en el pensamiento europeo ideas sobre la forma y la estructura del Universo surgidas de la interpretación literal de la Biblia cristiana.

Se aceptaba la idea de que la Tierra estaba inmóvil basándose en el pasaje bíblico donde se afirmaba que Dios ordenó al Sol detenerse sobre la ciudad de Gabaón, para que el ejército comandado por Josué tuviera tiempo de ganar la batalla que ahí se libraba. Se imaginaba un universo de esferas concéntricas alrededor de la Tierra que estaba situada en centro. En la última esfera, el firmamento de las estrellas fijas era una especie de caparazón que limitaba y encerraba al Universo creado. Más allá se encontraba el Reino de Dios que estaba compuesto de luz pura donde moraban los Bienaventurados y los Angeles.

Junto a estos mitos de la estructura y funcionamiento del Universo estaban las creencias creacionistas donde Adán y Eva habían sido los primeros seres humanos que poblaron la Tierra. Y del mismo modo se crearon mitos sobre el demonio que provocaba y disfrutaba los pecados y las violaciones de las leyes de Dios que hacían los humanos, con el fin de asustar, controlar y dirigir a una sociedad que había sido muy golpeada por las pestes, las guerras, las hambrunas y las miserias. El terror se instaló en pinturas, grabados y otras manifestaciones artísticas generando un ambiente represivo donde se erigió al príncipe de las tinieblas – o diablo – como la causa principal de las desgracias en esa época.

Según los pensadores del Renacimiento, el hombre de la Edad Media estaba inmerso en un oscurantismo cultural e intelectual que lo relegaba a una condición de miserable y a una involución cultural, debido a que toda su existencia estaba dedicada a no cometer algún error contra Dios y sus leyes y a no perder su lugar en el paraíso. Toda su vida estaba subordinada a un mundo espiritual desde una visión del sufrimiento que era la única opción para lograr un espacio en el Cielo Divino.

Algo similar ocurre ahora mismo, a una distancia de casi un milenio, cuando los actuales dirigentes políticos del decadente imperio estadounidense pretenden culpar de sus grandes vicios actuales a factores totalmente ajenos a la realidad, como pensar que la caída de los empleos obedece a la oferta de una mano de obra barata que procede de inmigrantes de etnias deleznables y de que sus grandes empresas que propiciaron su auge económico del siglo pasado se han trasladado a regiones del mundo que ofrecen mano de obra más barata, además de prerrogativas fiscales y ecológicas muy atractivas.

Sólo que ahora la manipulación de los mitos que convienen a los dirigentes políticos es mucho más eficaz y económica, debido al uso de los nuevos medios digitales y al empleo del espectáculo y de los show televisivos para tratar de imponer una mentira o una post verdad. No obstante, tarde o temprano, la verdad tendrá que imponerse sobre la manipulación y sin duda será en un tiempo mucho más corto a los 600 años que duró el oscurantismo medieval.

Adenda: Creo que ahora, como en aquel entonces, cuando surgió el Renacimiento, será una nueva forma del arte la que morigerará el tránsito de la humanidad hacia una nueva era, donde estarán excluidas la violencia, el odio, el rencor, la venganza, la xenofobia y todas las conductas negativas de la especie humana.