Los inversionistas que aguardaban los efectos del patógeno y quiénes entraron para aprovechar las oportunidades de los valores devaluados se encontraron con otro problema: el mercado del petróleo. De modo que ahora existe una gran volatilidad en las divisas y un gran atractivo en el aumento de los bonos de los Estados más seguros. O sea que los mercados se están yendo hacia el impacto más negativo de una recesión y hacia un coronavirus muy fuerte.
De modo que las principales plazas bursátiles siguen sufriendo mucho y seguirán días convulsos por la alerta sanitaria del coronavirus fuera de control en algunas zonas de Europa. Así como por el impacto de la baja del crudo en un 26% hasta llegar a los 33.3 dólares.
Esta caída fue producida por la ruptura de las negociaciones del viernes pasado entre la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) y Rusia que trataban de detener la caída de los precios del crudo a causa del coronavirus. De modo que la volatilidad de las Bolsas ha llegado al mercado petrolero, cuyo precio sigue en caída libre.