Para poder entender un poco la complejidad del problema sirio que está afectando a varios países del Medio Oriente y ha generado el proceso migratorio hacia Europa más numeroso desde la Segunda Guerra Mundial, conviene conocer la información que está proporcionando el profesor del Departamento de Historia de Estudios Orientales de la Universidad de Oxford, Djene Bajalan, quién ha estudiado y enseñado en Turquía y en el Kurdistán de Irak.
Dice el profesor Bajalan que la guerra civil siria se ha convertido en una guerra de poder que implica a una serie de potencias regionales y globales. Por una parte Irán, Rusia y China están tomando medidas para estabilizar el gobierno de Bashar al Assad y por otra están Arabia Saudita, los Estados del Golfo Pérsico, Turquía y los Estados Unidos quiénes apoyan a los rebeldes anti-Assad en un esfuerzo para afectar el cambio de gobierno de Damasco.
Según Bajalán, después de cinco años la lucha interna en Siria ha costado casi medio millón de vidas y ha originado la mayor crisis migratoria desde la 2ª Guerra llevando a las fuerzas que han enturbiado las aguas para aquellas potencias que tratan de derrocar al gobierno de Assad. Mientras que Occidente y sus aliados regionales han creado una especie de ‘rebeldía moderada’, la resistencia de Assad ha resultado como consecuencia de la asociación de grupos islamistas radicales.
Estos grupos comprenden a la franquicia local de Al Qaeda, al-Jabbat y al-Nursa que fueron rebautizadas como Jabbat Fareh al-Sham y el Estado Islámico de Irak y Siria como ISIS, una organización que pretende imponer una versión radical del Islam, no solo en Siria sino en todo el mundo musulmán. No obstante, esta fuerza radical islámica no es la única que ha desatado el caos en Siria, sino que también ha surgido otra que actúa en la comunidad kurda que varía entre 1.5 y 2.5 millones de pobladores, sobre todo en la parte norte conocida como el Kurdistán sirio. El experimento kurdo en el autogobierno está dirigido por el Partido Unión Democrática (PYD) que ha defendido mucho los esfuerzos del Estado Islámico para construir un califato global.
Quienes viven dentro de los límites de ISIS han sufrido mucho a manos de un régimen brutal gobernado por radicales con una versión implacable de la ley islámica que subyuga a las mujeres, promueve la esclavitud sexual e impone tremendos castigos a quienes considera que no se ajustan a la interpretación correcta de la ley islámica. Por el contrario, el experimento kurdo de autogobierno promueve la solidaridad entre las diversas etnias, la cooperación, la emancipación de la mujer y la democracia popular.
En términos ideológicos, el PYD es una rama del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) que es una organización política kurda de izquierda fundada en Turquía hacia fines de 1970 que ha hecho guerra de guerrillas, tanto contra el gobierno turco como contra las fuerzas kurdas que los consideraban como colaboradores del gobierno. Hasta su detención en 1999, esta organización fue dirigida por su fundador Abdullah Öcalán, un individuo que se deshizo de quiénes cuestionaban sus decisiones y construyó un grotesco culto narcisista y ególatra.
No obstante, desde que está en la cárcel Öcolán ha ido madurando y ha reorientado al PKK fuera de la ideología soviética y ahora mezcla el feminismo, el ecologismo y el anarquismo inspirado por el anarquista Murray Bookchin. De hecho, el PKK que en 1978 defendía la creación de un Kurdistán unido, independiente y socialista buscando la incorporación de las tierras de Turquía, Irán, Irak y Siria ahora rechaza por completo el modelo de Estado-nación y está a favor de un ‘confederalismo democrático’. Una especie de democracia participativa basada en la autonomía local y bajo los principios que rigen al Kurdistán actual.
A pesar de que aún tiene serias deficiencias, los logros de la revolución del Kurdistán son enormes. El Kurdistán sirio ‘2014 Contrato Social’ consagra los principios de cooperación entre los diversos grupos étnicos, la tolerancia religiosa, la democracia popular y la equidad de género, donde los revolucionarios sirios kurdos han hecho grandes progresos.
El PYD ha aplicado medidas concretas para garantizar la emancipación de la mujer. La toma de decisiones para implementar la paridad de género y de cargas ejecutivas se llevan a cabo por la interacción de los líderes masculinos y femeninos. La estructura militar del PYD incluye una división de mujeres conocida como ‘Unidades de Promoción de la Mujer’ (YPJ) donde las mujeres son participantes activas en la revolución del Kurdistán sirio y han dejado de ser sólo observadoras.
Es por eso que la revolución del Kurdistán sirio es digna del apoyo de la izquierda política, aunque sólo sea porque derrumba el mito de las dictaduras políticas seculares y de las teocracias islamitas autoritarias que constituyen la base de las únicas fórmulas políticas del Medio Oriente. Pero a pesar de su innegable éxito en lo político y militar, en los últimos dos años, la revolución del Kurdistán sirio está en grave peligro de desaparecer ahora mismo.
Adenda: En el siguiente artículo veremos hacia donde irá este conflicto entre las fuerzas radicales de ISIS y las democratizadas y equitativas de Rojava.