El patrimonio, el poder y la riqueza han sido por siempre un motivo de debate entre las personas y la verdadera causa de los conflictos políticos y sociales más importantes. Es por ello que se despierta la curiosidad de científicos y antropólogos para intentar conocer como eso afecta al ser humano. Y se obtienen opiniones muy variadas, pero lo cierto es que el dinero aporta estabilidad emocional y material.
La Universidad Case Western de Estados Unidos determinó que los ingresos del hogar están muy relacionados con el bienestar emocional y la autoevaluación de la persona de su propia calidad de vida. Se encontró que los ingresos pueden causar una reducción de las emociones negativas y que el aumento de los ingresos puede reducir la incidencia de enfermedades mentales graves. O sea que el dinero si es determinante en la felicidad del ser humano.
También se encontró que existe un límite en el que el dinero deja de aportarnos tanta felicidad que lo han calificado como ‘el umbral dinero-felicidad’. En Estados Unidos el punto de ingreso ideal por individuo es de 95,000 dólares anuales para el bienestar material y de 60,000 a 75,000 para el bienestar emocional.
En resumen, el dinero aporta felicidad por ser un seguro de estabilidad económica que disminuye los problemas de estrés y de ansiedad. O sea que la respuesta de que el dinero no da la felicidad pero ayuda quizá sea el concepto más correcto.