Cuando por fin los españoles abandonaron México tras el frustrado imperio de Iturbide en 1823, el país quedó en un caos total, con dos facciones enfrentadas de liberales y conservadores, un gobierno centralista que trataba de resolver los conflictos de las entidades federativas desde la ciudad de México sin lograrlo y una población muy mermada que sufría las consecuencias de las guerras internas y de las endemias que había dejado la emigración de españoles y de esclavos hacia México.
En el último censo de la población de México en 1820 se estimaban alrededor de 6 millones de mexicanos en un territorio poco mayor a los 4 millones de kilómetros cuadrados. Como consecuencia del ineficaz centralismo, gran parte del territorio norte de México estaba abandonado y las únicas dos poblaciones en casi dos millones de kilómetros cuadrados eran San Antonio en Texas y Santa Fe en Nuevo México. Esta situación, combinada con la petición de independencia de Texas condujo a los Estados Unidos a realizar una invasión del territorio mexicano entre los años de 1846 y 1848, forzando al gobierno mexicano a firmar el Tratado de Guadalupe-Hidalgo por el que México perdió más de 2 millones de kilómetros cuadrados de su territorio de entonces. De modo que el primer acontecimiento importante en el México independiente fue la invasión de EUA y la pérdida de más de la mitad de su territorio.
El segundo evento de más importancia en el México independiente fue la Guerra de Reforma iniciada en 1857 cuando se promulgó la Nueva Carta Magna de México que lo convertía en un estado laico. Fue Benito Juárez el principal promotor del liberalismo en México y aun cuando los franceses apoyaron a un aristócrata conservador y lo llevaron a ser emperador de México, Juárez logró echarlos del País, mandó fusilar a Maximiliano de Habsburgo y mantuvo el sistema político liberal similar al de los países más avanzados del mundo hasta su muerte. Por lo que este personaje fue sin duda uno de los héroes de México que le dieron brillo internacional, ya que además proclamó la supresión de la esclavitud de la mano de Abraham Lincoln.
Luego vino la etapa del porfiriato, cuando el General Porfirio Díaz llegó a la presidencia de México que ejerció durante tres décadas en las que generó efectos contradictorios en la nación mexicana. Por una parte logró crear una infraestructura ferroviaria que comunicaba a los dos grandes puertos de México, el de Veracruz en el Atlántico y el de Acapulco en el Pacífico pasando por la ciudad de México y además logró la comunicación por la vía férrea con los Estados Unidos, situación que originó un gran flujo de comercio y de actividad industrial.
Por desgracia, Porfirio Díaz fue el creador de una aristocracia capitalista, dueña de territorios agrícolas y de minas que aún conservan sus privilegios hasta los tiempos actuales. Mientras que no hizo ningún esfuerzo por mejorar los ingresos de los obreros y de los campesinos quiénes continuaron viviendo en condiciones cada vez más precarias y creciendo en cantidad. Este personaje se retiró de la escena política con una gran fortuna y se fue a Francia, donde murió sin tener siquiera un leve recuerdo para el País que lo enriqueció.
El alto nivel de iniquidad e injusticia que generó el porfiriato fue sin duda la causa más importante para que surgiera la Revolución Mexicana y cien años después de su inicio no pueden comprenderse a ciencia cierta sus resultados en el sistema político mexicano y sobre todo en la condición precaria creciente de las clases populares, tanto en los bajos ingresos como en la demografía.
Quizá los resultados más notorios de la Revolución Mexicana no llegaron nunca a la población de bajos ingresos y se hayan ocultado los que beneficiaron a los grandes capitalistas y a los inversionistas extranjeros, como fue la creación del Banco de México para imprimir moneda que permita la acumulación de la riqueza, y el actual sistema fiscal que solo beneficia a los millonarios.
Por fortuna, al terminar el Maximato de Calles, en 1934 Lázaro Cárdenas fue electo presidente de México y desterró a Calles. Cárdenas impulsó la educación escolar gratuita, consumó la Reforma Agraria dando tierras a los campesinos y nacionalizó el petróleo. Esto ocasionó que se formara una clase media en México por primera vez y durante los años 50’s vivió una época de gran desarrollo económico que se impulsó aún más con los efectos de la posguerra. Pero el efecto positivo continuó durante la década de los sesentas y no fue sino hasta fines de los años setentas cuando la economía mexicana se agotó, pero fue justo cuando empezó el auge petrolero con el descubrimiento de grandes reservas petroleras en la zona costera del Golfo de México.
Durante el sexenio de Salinas de Gortari (1988 – 1994) México vivió un breve repunte económico originado por la privatización de las empresas paraestatales y a que en consecuencia subió la inversión extranjera para adquirirlas. Y cuando entró el TLC en 1994 surgió el movimiento zapatista a la par de los asesinatos del candidato presidencial Luis Donaldo Colosio y el senador Fco. Ruiz Massieu. México entró en una recesión de la que fue culpado el expresidente Zedillo por no haber entendido la globalización.
Todos estos errores cometidos por presidentes priistas ocasionaron que el Poder Ejecutivo pasara a manos de políticos panistas que en solo dos ejercicios consecutivos acabaron de sumir al País en la miseria y causándole la etapa más cruenta de toda su historia, cuando Calderón puso al Ejército en función policial contra la economía criminal.
Adenda: Aunque el poder ejecutivo ha vuelto al PRI, el actual presidente carece de inteligencia y conduce al país a una debacle total que circunstancialmente está siendo equilibrada por el hecho casual de que el Istmo de Tehuantepec será el principal medio de comunicación entre los dos océanos que rodean América y que conducirán la mayor parte del comercio entre China y Occidente.