Es un poco más fácil de comprender el colapso de la ‘clase media’ actual después de la muy reciente aparición del extraordinario estudio sobre la evolución del capital en Occidente durante los últimos doscientos años que hizo el joven economista francés Thomas Piketty, donde se demuestra con datos precisos que el capital financiero obtuvo rendimientos promedio del 5% anual en ese período de tiempo, mientras que el capital productivo apenas generó un promedio anual del 1.5%, con la excepción de la gran burbuja mantenida entre 1950 y 1975, cuando la economía estadounidense produjo grandes utilidades debido al proceso de reconstrucción de Europa tras la Segunda Guerra Mundial y surgió la enorme ‘clase media’ en los Estados Unidos y en algunas de las naciones más allegadas de Europa y de América.
Según los datos más recientes del US Census Bureau, a mediados de 1970 el 52% de los estadounidenses ganaban entre 35,000 y 100,000 dólares anuales, más hoy en día la proporción de hogares que ganan menos de 35,000 dólares descendió al 35%, mientras que los hogares con ingresos superiores a los 100,000 dólares se ha duplicado y llega al 22% y la denominada ‘clase media’ ha quedado en menos del 44%. Por su parte, la encuestadora no gubernamental denominada Pew Research Center señala que en los últimos 25 años el PIB per cápita en los Estados Unidos subió en un 40%, la mortalidad infantil disminuyó en un 50% y cada día hay más personas de todas las clases sociales que compran aparatos de alta tecnología. No obstante, en los últimos seis años la ‘clase media’ bajó de un 53% en el 2008 a un 44% en el 2014. También señala Pew Research que en el 2008 el 25% de los estadounidenses se consideraba de la clase media baja y ahora subió al 40% tan solo entre el 2012 y el 2013.
Otro informe similar a los anteriores ha sido presentado por la firma encuestadora Gallup, donde considera que la clase media alta bajó de un 63% a un 55% en los últimos seis años. Pero lo más grave y desconcertante de todas estas cifras estadísticas es que los ingresos por familia están al mismo nivel de hace 25 años, cuando surgió el neoliberalismo en Occidente, Bush padre era el presidente de los Estados Unidos y el ingreso promedio de la fimilia estadounidense era de 51,681 dólares anuales.
Algunos expertos en economía opinan que la actual baja en la percepción de las personas de la ‘clase media’ se debe a la disminución en el poder adquisitivo de los salarios actuales y al aumento general de precios en los productos domésticos, por lo que ahora se consumen menos bienes y servicios que antes. También estos cambios sociales de los últimos seis años han afectado a los más pobres que ya ahora alcanzan al 15% de la población total según el US Census Bureau. Asimismo, los más ricos de la ‘clase’ media cayeron de 21% en el 2008 al 15% en el 2014 y un 33% de la población total ya se consideran de la clase media baja, cuando en el 2008 sólo era el 25%.
Aun cuando este fenómeno del colapso de las clases medias en el mundo de Occidente es muy reciente, la desigualdad económica y sus implicaciones políticas y sociales siguen siendo objeto de un gran debate desde hace más de un siglo existen algunos científicos sociales que consideran este problema actual de gran riesgo para la paz social de las naciones,mientras hay infinidad de científicos sociales conservadores que consideran la desigualdad social como el resultado de la mayor demografía en las clases populares, además de su mayor índice de acceso a la educación superior, a los programas de salud y de previsión social que prolongan sus vidas y al crecimiento de sus aptitudes para el trabajo bien remunerado.
Una encuesta del Southern Economic Journal en el 2004 señalaba que un 71% de los economistas estadounidenses creen que la distribución del ingreso debe ser más efectiva, mientras un 81% de la población percibía que esa función era campo exclusivo de las atribuciones del Estado. Aunque muchos científicos sociales piensan que la educación y la demanda de trabajo especializado son las principales causas de la desigualdad social, existen otros economistas de vanguardia como Krugman y Smeeding quienes señalan a la política errónea de los gobernantes en relación a las instituciones financieras y comerciales como el origen de todo el desequilibrio social.
Aun cuando el verdadero fondo del problema de la desigualdad social se desconoce hasta la fecha, no es fácil encontrar explicaciones racionales en el funcionamiento de las instituciones del Estado moderno y se vuelve aún más confuso e indescifrable cuando se traslada al campo de la conducta individualista del ser humano a través de la Historia o se encripta en algunas mitologías mesiánicas de Occidente y en las teorías conspiracionistas de la pequeña familia de multimillonarios del mundo. Lo más desconcertante ahora mismo es que mientras se colapsa la ‘clase media’ en Occidente ha surgido una enorme clase social equivalente en China, en la India y en Corea.
Adenda.- No creo que ahora mismo exista un científico sabio o un taumaturgo que pueda descifrar lo que ahora acontece en la economía y en la política del mundo de Occidente, pero no hay duda de que el ser humano encontrará la fórmula idónea para subsistir durante muchos años más y sus grandes líderes políticos y económicos encontrarán nuevos mecanismos para conservar el control de los más débiles y podrán conservar su hegemonía como ha sucedido desde el mismo momento que surgió la sociedad humana. Por fortuna es visible que el dominio ejercido por los poderosos será menos violento y cruento que en el pasado inmediato.
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