Según el profesor de ciberseguridad de la Universidad Europea José Antonio Rubio, si los especialistas trabajan a distancia no deben dejar de lado las medidas de seguridad de la oficina, como tener una red WiFi segura, habilitar las actualizaciones automáticas y que los empleados utilicen los dispositivos propios de la organización.
En toda organización se requiere una normativa y unos procedimientos internos que dejen claro cuáles son los usos concretos y esperados de la información, los datos personales y los activos tecnológicos.
El principal desafío es evitar cualquier daño en la medida de lo posible, pero también mejorar las soluciones. Según datos recientes de Accenture, una empresa puede tardar hasta 63 días en resolver un código malicioso, 32 días en resolver un ‘ransomware’ y casi 30 días para atajar un episodio de ‘phishing’. Por lo que en este año subirán mucho los presupuestos de las empresas destinados a la ciberseguridad, debido a la rápida transformación que está imponiendo el mundo digital.