La última investigación del International Comparison Program del Banco Mundial apenas se remonta hasta el 2011, no obstante, sus resultados son de una increíble actualidad. La anterior investigación del Banco Mundial fue en el 2005 y concluía que el rendimiento económico de China era de menos de la mitad del de los Estados Unidos. Pero las nuevas cifras muestran una recuperación sorprendente de China, ya que en el 2011 alcanzó el 87% de la capacidad adquisitiva de los Estados Unidos y su economía había crecido en forma superior a la del país estadounidense.
Basados en dichos estudios, los expertos del Banco Mundial concluyeron que a finales del 2014 China se convertiría en la primera potencia económica del mundo. Mientras que dentro de la denominada ‘paridad del poder adquisitivo’, donde se tienen en cuenta los costos de la vida doméstica para determinar el nivel de vida se observa que existen muchos países industrializados en Occidente cuyos ingresos promedio son más altos que los de las naciones emergentes, pero sus costos de adquisición son muy elevados y no les permiten vivir en un nivel alto. Y justo esa situación es la que ocurre ahora mismo entre China y los Estados Unidos.
De la misma forma en que Japón y Alemania se han negado a estimular su demanda interna ante el colapso económico de los Estados Unidos, China también lo ha hecho y aun cuando recurrió a subsidios para promover sus exportaciones, detuvo la apreciación de su moneda y luego la devaluó, al final se dio cuenta de que esa estrategia le traería malas consecuencias en el caso de que no mejoraran las condiciones económicas globales.
Mientras tanto, las dos potencias más ricas del mundo, Japón y Alemania se niegan a relevar a los Estados Unidos de su papel de ‘mayor comprador del mundo’ y parece que China tendrá que reemplazarlo debido a que la economía estadounidense está estancada desde el 2009 y su deuda pública está a punto de duplicarse. Por lo que se ve la necesidad de una moneda que sustituya al dólar como parámetro de intercambio mundial.
Dice el Banco Mundial que todo hace pensar que China adoptará un papel de liderazgo económico mundial, debido a que es una condición necesaria para su propia sobrevivencia si se logra restablecer el crecimiento de la economía mundial. Ahora mismo anuncia la creación inminente de una nueva moneda que reemplazará a la existente en China y es el inicio de la relajación de los controles cambiarios. Luego planea el establecimiento de una línea Swap para Argentina, Indonesia, Bielorrusia, Malasia, Hong Kong y Corea del Sur. Por lo que dichos países tendrán que cambiar la composición de sus Reservas Internacionales con nuevas monedas de cambio.
Conforme se vaya extendiendo esta medida a más países del mundo, se iría reduciendo la importancia del dólar americano como moneda de intercambio universal y se iniciaría un proceso de restablecimiento de la economía mundial, por lo que el gran déficit de los Estados Unidos podría empezar a declinar. No obstante, también podría hacer bajar su nivel de actividad económica y con ello el valor de sus activos.
Ahora mismo este peligro está siendo corroborado por la caída de los bienes raíces, la peor desde el inicio de la crisis actual. Lo que hace pensar que los Estados Unidos están aún muy lejos de su recuperación y el nuevo liderazgo de China podría convertirse en un catalizador que impulse los planes de crecimiento económico de los Estados Unidos, en caso de que existan.
Dentro de este mismo gran desarrollo económico de China se encuentra su liderazgo mundial en generación de energía eólica, al saberse que en solo el año del 2015 China ha instalado 30,500 megavatios superando a toda Europa en potencia eólica instalada con 145,100 MW contra 141,600 MW que tiene toda Europa, según los datos al 21 de abril de este año que difundió el Global Wind Energy Council (GWEC).También se publicó que India ya es el cuarto país del mundo en generación de energía eólica, después de los Estados Unidos y Alemania. Parecía otro sueño de las viejas mitologías orientales lo que ahora está a la vista de todo el mundo. Ya que no solo en la economía y las finanzas China ya es el nuevo líder mundial, sino también en la producción de bienes y servicios, en la comunicación, en la tecnología y en el uso de energía no contaminante.
Adenda: A pesar de que esta nueva configuración del nuevo orden mundial ha sido difundida por las principales agencias de estudios económicos y financieros del mundo occidental, los Estados Unidos, Rusia y la mayoría de las potencias de Occidente presumen que seguirán teniendo el control de todo el mundo actual y que no abandonarán nunca los territorios y posesiones que hurtaron durante el período Colonial y después de las dos Grandes Guerras.
Mientras que los chinos siguen tomando control del mundo actual sin hacer ostentaciones, sin apropiarse de territorios ajenos y sin decir que sus mitos y sus paradigmas se establecerán en todo el mundo dentro de pocos años. Aunque nadie conoce hasta ahora la realidad que está detrás de esa conducta conciliadora y pacifista. Y quizá no se conocerá hasta después de un par de generaciones más. Por lo que no debemos preocuparnos.