China y Rusia vs. los Estados Unidos (I)

En la plenitud del poder imperial en 1900, Gran Bretaña gobernaba el mar del mundo euroasiático con una flota de 300 buques de guerra y 30 bases navales que rodeaban la gran isla mundial de Eurasia desde Scopa Flow en el Atlántico Norte, a través del Mediterráneo en Malta y Suez hasta Bombay, Singapur y Hong Kong. De igual forma que lo había hecho el Imperio Romano, cercaba al Mediterráneo convirtiéndolo en un mar propio, convertía al Océano Índico en un mar cerrado de su propiedad y aseguraba sus flancos con ejércitos en la frontera noroeste de la India para impedir a los persas y a los otomanos construir bases navales en el Golfo Pérsico.

De esta forma, la Gran Bretaña aseguraba el control sobre Arabia y Mesopotamia que era el paso terrestre de Europa a las Indias y era la puerta de entrada al corazón de la ‘Isla Mundial’ de Eurasia. Desde esa visión geopolítica, el siglo XIX fue de una rivalidad estratégica entre Rusia, India y Gran Bretaña, donde se avanzaba a tierra firme desde las entradas marítimas de la India para afrontar la amenaza que procedía del noroeste. Por lo que algunos expertos geopolíticos llegaban a la conclusión que la realidad geográfica final de la edad moderna era el enfrentamiento del poder marítimo y el terrestre.

Las rivalidades más intensas fueron primero entre Inglaterra y Francia y más tarde entre Inglaterra y Alemania que impulsaron a Europa en una incesante carrera de armamento naval que elevó el costo del hasta niveles insostenibles. En 1805 el buque insignia del Almirante Nelson navegaba a una velocidad de nueve nudos hacia Trafalgar contra la Armada de Napoleón. Y un siglo después, Gran Bretaña creó el primer buque de guerra moderno, con casco de acero y 20,000 toneladas de peso que alcanzaba una velocidad de 21 nudos, con una inversión de casi 300 mil millones de dólares actuales y para la siguiente década, media docena de grandes potencias habían acabado con sus tesoros nacionales construyendo flotas de acorazados para competir.

Debido a su alianza con Estados Unidos y con Japón, la denominada ´Paz Británica’ duraría un siglo (1815 – 1914) y estuvo marcada por una acelerada carrera de producción de armamento naval, una diplomacia muy volátil entre las grandes potencias y una feroz competencia por el imperio naval que acabó con la gran masacre de la Primera Guerra Mundial con 16 millones de muertos.

Con el temor a la expansión china y rusa, los Estados Unidos se hicieron de bastiones imperiales en Europa Occidental y en Japón, además de que construyó una serie de bases militares rodeando la nueva isla mundial de Eurasia. Una vez arrebatado el control de los extremos axiales, durante los siguientes 70 años EUA aplicó más poder militar para controlar a China y a Rusia dentro del corazón de Asia. Entonces Gran Bretaña se agotó y fue reemplazada por la Marina de los EUA en el control marginal marítimo, pero la realidad geopolítica siguió siendo la misma.

Al final, los diplomáticos de EUA hicieron alianzas militares trasnacionales como la OTAN (1949), la OTMO (Organización del Tratado del Medio Oriente) (1955), la del Sudeste Asiático (1954) y el Tratado de Seguridad entre Estados Unidos y Japón (1951). De modo que para 1955 EUA ya tenía una red mundial de 36 países para tratar de controlar el bloque chino-soviético. Y para 1990, después de la Guerra Fría, Rusia requería 700 bases de ultramar, más de 1000 misiles balísticos y 600 buques que incluirían 15 portaviones nucleares conectados por el único sistema global de satélites que existía en el mundo.

Pero a pesar de la impresionante victoria de EUA en la guerra con la implosión de la Unión Soviética, no se transformaron los fundamentos geopolíticos de la Isla Mundial de Eurasia. Por lo que tras la caída del Muro de Berlín en 1989, la primera incursión diplomática de Washington en la nueva era fue la de establecer una posición dominante en el Golfo Pérsico, dando como pretexto la ocupación de Kuwait por Sadam Hussein.

De modo que en el 2003, cuando EUA invadió a Irak con cientos de miles de soldados, el historiador Paul Kennedy escribió en el ‘Guardian’ que parecía que Washington se tomaba en serio con la rápida proliferación de bases estadounidenses en Afganistán y en Irak. Y se podría entender como una nueva apuesta imperial para obtener una posición clave en el corazón euroasiático, similar a la que tuvieron los británicos con sus fuertes coloniales a lo largo de la frontera noroeste de la India.

En los años siguientes, Washington intentó sustituir algunos de sus ineficaces soldados sobre el terreno por drones y en el 2011, la Fuerza Aérea y la CIA habían habían rodeado el territorio euroasiático por drones que les permitían atacar objetivos a 1850 kms. Para patrullar esa periferia, el Pentágono ha gastado 10,000 millones de dólares para construir un Ejercito con 99 drones Global Hawk, capaces de vigilar en un radio de 160 kilómetros, con sensores electrónicos que neutralizan las señales de comunicación y motores con autonomía de 35 horas de vuelo y un alcance de 14,000 km.

Adenda: Este es un breve resumen de lo que ha sucedido hasta ahora en Eurasia. En el siguiente análisis trataré de sintetizar lo que han hecho China y Rusia al respecto.