Son muchos los factores que han contribuido a que el mundo actual esté sufriendo una gran crisis, tanto en el aspecto político como económico. Para tratar de ver solo uno de los aspectos de este complejo problema en este breve artículo voy a referirme solamente a los efectos negativos que ha originado el exceso de dinero circulante de los últimos años, cuando la mayoría de los grandes países del mundo decidieron dejar de pagar los principales servicios del Estado para transferirlos a su deuda pública mediante la emisión de bonos del Tesoro y de otro tipo de obligaciones que son ofrecidas a las demás naciones o particulares del mundo en el mediano y largo plazo.
La deuda pública es la que tiene el Estado con otros países o particulares. En los últimos años la deuda pública ha crecido muy rápido en la mayoría de los países del mundo y se ha convertido en uno de los principales motivos de preocupación para las economías más importantes del mundo. La deuda pública se ha definido como la suma de las deudas que tiene un Estado y se expresa como un porcentaje de su PIB. El Departamento del Tesoro emite títulos de deuda que pueden ser Bonos del Tesoro, Letras del Tesoro u obligaciones que al ser adquiridas por los bancos particulares o el sector exterior conforma la deuda pública de dicho Estado.
De acuerdo a los datos más recientes de las mayores economías del mundo se obtienen los siguientes datos:
De dichas cifras se concluye que con excepción de China, las principales economías del mundo deben más del 100 % de su PIB, pero ninguna ha intentado reconstruir su economía de producción de bienes y servicios y se han concretado a obtener ganancias con el dinero especulativo y a almacenar fortunas en los paraísos fiscales de su preferencia o en la transferencia, deliberada o accidental de dichos excedentes monetarios a la economía criminal o a la creación de grupos terroristas que puedan justificar la producción de armas de destrucción masiva, de todo tipo de instrumentos utilizados en los conflictos bélicos y de la explotación irracional y fuera de las normas ecológicas de todo tipo de energéticos.
Por otra parte, en un estudio realizado por ‘The Money Proyect’ de Visual Capitalist se cuantificó el volumen de los diversos tipos de dinero que a menudo se denominan como ‘dinero positivo’, donde se concluye lo siguiente:
El total de dinero en efectivo es de 5 billones de dólares
El valor del oro circulante es de 7.8 billones de dólares
La Reserva Federal desde el 2008 pasó de 1 a 4.5 billones de dólares
El dinero total en depósitos y en cuentas corrientes es de 80.9 billones de dólares
La deuda soberana mundial es de 60.0 billones de dólares
Dicha deuda está repartida con el 29% los Estados Unidos, el 26% la Unión Europea, Japón el 20% y China el 6%.
De modo que la deuda global asciende a 199 billones de dólares que representan 29% más que la del 2008
La suma de todos los mercados de bolsas asciende a 70 billones de dólares.
En el tamaño de las bolsas de valores del mundo, los Estados Unidos representan el 52%, la Unión Europea el 8%, Japón el 7% y China el 2%.
El total de derivados en el mundo no puede calcularse de ninguna forma y se estima entre 630 y 1,200 billones de dólares.
De modo que si no se lleva a cabo una recomposición del orden financiero y monetario en el mundo no será posible que se reconstruya un nuevo orden mundial donde se garanticen ingresos mínimos a los trabajadores en el mundo de la manufactura, de la realización de servicios manuales, de servicios turísticos y de la explotación de campos agrícolas y de minería, ya que todo eso se realiza a través de empresas sub contratadoras de gente pobre (outsourcing) que no garantizan salarios mínimos decentes y mucho menos la prestación de servicios básicos de salud y de los servicios indispensables para la sobrevivencia en condiciones de libertad y de dignidad.
Esto ha generado una terrible desigualdad en casi todos los países de Africa, en el Medio Oriente asiático, en Latinoamérica y en algunas naciones del sur y este de Europa, cuyos Estados ya no cuentan con recursos para garantizar los servicios públicos fundamentales a sus pobladores, como está sucediendo con Grecia, Albania, Rumanía, Hungría, Polonia y las naciones vecinas de Rusia. Así como en todas las naciones Latinoamericanas y del Caribe donde se incluyen algunas que tuvieron éxito en las pasadas décadas como Brasil, México, Chile y Argentina.
Adenda: Considero que con la creación de las nuevas rutas comerciales que realizó China hacia Europa y su Banca Asiática de Infraestructuras que está financiando a dos docenas de países pobres de Asia, más la ruta comercial hacia Australia a través de la Polinesia y los litorales de América del Sur sin usar monedas convencionales, sino mediante una especie de trueque tradicional, más el inminente desarrollo de las tecnologías digitales generarán un nuevo orden mundial en términos pacíficos. Aunque aún no tengamos idea cuál va a ser la base ocupacional de las nuevas instalaciones del mundo digital ni que se hará con los baby boomers que ya han sobrepasado en cantidad a las nuevas juventudes sin estudios universitarios y sin deseos de trabajar para grupos empresariales.