Un Mundo Fragmentado en Pugna

Con el título de ‘Un mundo globalizado y fragmentado’, el brillante sociólogo francés Alain Touraine expresa en un breve artículo de hace unos días que el mundo ha cambiado mucho en los últimos 20 años y se ha convertido en un nuevo habitat de la especie humana en el que las barreras étnicas, geográficas, mitológicas y lingüísticas ya no son límites para conocer nuevas culturas, lenguas y tradiciones. En el presente, la comunicación con países lejanos al nuestro es mucho más simple que antes.

Dice Touraine que también hay un cambio muy notorio en lo económico. Habla de la economía decadente de los años sesentas, de los modelos políticos y económicos obsoletos de los países latinoamericanos y de que existe una gran ruptura con el resto del mundo, ya que en estos países no existe una base de análisis sólido que rechace la fórmula de economía integral que rige a la mayoría de los países del mundo actual.

Opina Touraine que un factor destructor del desarrollo humano ha sido la baja de nivel del proceso educativo en todo Occidente, ya que la lectura tiene mucha importancia y la proporción de analfabetas funcionales ha crecido en el presente en forma violenta debido a que los adolescentes logran obtener buenos ingresos desde que son apenas unos jóvenes, por lo que no requieren ingresar a las universidades y empiezan a tener una vida autónoma desde muy jóvenes que los aleja de la lectura y de la cultura superior.

De modo que la globalización actual ha ido evolucionando utilizando una tecnología más avanzada que la proveniente de las universidades y está presente en todas partes. Asimismo han crecido las condiciones básicas para que un país sea competitivo. Según Touraine, en la nueva era digital se han ido eliminando las barreras para que haya una mayor diversificación de culturas que permite el intercambio de ideas entre países diferentes. Dice que estamos en un proceso de ruptura histórica debido al dominio de los medios masivos de comunicación y a la manera en que manejan la información, llegando al grado de distorsionarla por completo.

Vivimos, según Touraine en un mundo gobalizado pero muy fragmentado por los factores culturales, sociales, tecnológicos, financieros y políticos que conduce a pensar que ahora mismo, los poderes de la autoridad son una amenaza muy grave para el desarrollo de cualquier país.

Con estos conceptos de Touraine pretendo acercarme a los momentos actuales que vive la especie humana en el mundo. Mientras que el presidente de China, Xi Jinping sostiene, desde el pasado Foro de Davos que la humanidad debe ser una comunidad cohesionada que busque un futuro y un desarrollo común donde todos salgan ganando, la política de Donald Trump, el presidente de los Estados Unidos es que su país debe ser el único líder de mundo pase lo que pase. Esta situación está conduciendo a una fragmentación mundial sin precedentes, donde se están deshaciendo todos los pactos entre las naciones y están apareciendo nuevas disputas en relación a los ingresos económicos, las etnias y los modelos políticos y jurídicos.

Mientras Reino Unido se prepara para su salida de la Unión Europea con el denominado ‘Brexit’, Alemania intenta un control total del sistema financiero de Europa más un ingreso básico subsistencial pagado por el Estado, Francia busca establecer un modelo político obsoleto y la mayoría de los países europeos enfrentan problemas migratorios, de desempleo, de salud y de subsistencia, el mundo entero se está fragmentando por completo.

Además de que han surgido dos grandes potencias aliadas – China y Rusia – que tratan de reconstruir el orden mundial con conceptos totalmente diferentes a los que utilizó Occidente durante los últimos doscientos años, ya que en lugar de basarse en una mitología donde se mezclaron los elementos de la Ilustración en tiempos de Luis XV y los conceptos de la Revolución Francesa modificados con la Francmasonería, se ha empezado a utilizar el novísimo criterio de la ‘ética social’ que en lugar de beneficiar a una pequeña minoría de personas con ingresos millonarios, pretende extender los beneficios de su modelo político y económico a una gran mayoría de pobladores de sus territorios y a todo el mundo, e ir desapareciendo la influencia de los poderes bélicos y los viejos conceptos del derecho Occidental en el desarrollo de la nueva sociedad mundial. En parte por sus enormes costos materiales, por el desarrollo de la crueldad en los seres humanos, por la crisis ecológica que generan el uso de las armas nucleares y de otras nuevas energías por la posibilidad de producir una conflagración mundial que termine con el Planeta Tierra en unos cuantos días.

Adenda: En la breve historia de la humanidad del ‘homo sapiens’ el mundo global siempre ha tenido buenos y malos líderes de dimensión mundial cuya influencia solo ha sido de unas cuantas décadas, de modo que la actual presencia de Trump, de Xi Jinping, de Putin y de los altos dirigentes de las grandes potencias del mundo apenas durarán unos cuantos años más en el peor de los casos.

Pero lo que sí durará por el resto de la civilización humana del presente será el temor a las guerras, a las religiones y a la ambición por los poderes materiales que ahora mismo han dejado su marca negativa por más de doscientos años.