Reforma Energética y alta traición

Ahora mismo un pequeño grupo de ex funcionarios federales y de sus asociados en empresas energéticas celebran la aprobación del despojo oficial de las riquezas petroleras nacionales que les permitirán legalizar sus enormes fuentes de riqueza actuales. En realidad la tragicomedia de la modificación de las leyes federales actuales en el Poder Legislativo nada tiene que ver con la entrega de propiedades nacionales a particulares nacionales y extranjeros, sino simplemente es un proceso legal amañado para que los principales posesionarios de las riquezas energéticas de México puedan estar tranquilos con sus empresas y con sus contratos multimillonarios que empezaron a adquirir desde hace poco más de dos décadas.

Aunque la presentación del proyecto tuvo la característica de tratar de justificar la entrega por un supuesto beneficio a largo plazo de la economía nacional con la generación de empleos, lo cierto es que tanto el presidente Peña Nieto, como los demás miembros de su Gabinete no tenían la menor idea de lo que estaban proponiendo como principal plan de desarrollo económico y carecieron en todo momento de una información más o menos cercana a la realidad de lo que supuestamente sería la extracción de gas natural con el proceso de ‘fracking’, ya que ni siquiera se tomaron el trabajo de conseguir expertos que les informaran sobre lo que sucedió en Pennsylvania, donde El Pentágono decidió en 1998 establecer un enorme campo de explotación de gas mediante dicho proceso y después de haber explotado cerca de 300,000 pozos en 15 años, apenas creó 800 mil empleos y destruyó una de las zonas agrícolas más prósperas de los Estados Unidos.

Pero quizá como el ‘fracking’ de las rocas de esquisto no era en realidad el verdadero propósito de la reforma energética, el patético gabinete de EPN se concretó a distraer la atención del público con vulgares reportajes televisivos falseados para que los legisladores, quienes solo escuchan a sus jefes llevaran a cabo un proceso de legitimación de las empresas y contratos que se iniciaron desde el sexenio de Salinas y los familiares de los ex-funcionarios federales de las últimas tres décadas puedan dormir tranquilos y viajar al extranjero – donde si se puede vivir con seguridad – con el dinero que robaron y siguen robando al País sus antecesores.

El pasado 19 de julio, el periódico nacional ‘La Jornada’ publicó la lista de las seis empresas más importantes en el negocio de la explotación, transporte y refinación de los hidrocarburos y de la generación de diversas formas de energía. En todos los casos se encontró que sus propietarios y dirigentes habían sido funcionarios federales de altos rangos desde el sexenio de Carlos Salinas de Gortari hasta el presente. Las principales seis empresas en el negocio de los energéticos son el Grupo Dravaz, OHL, Ibedrola, Oro Negro, Ienova y Jacobs Nederland BV.

De acuerdo a la información de ‘La Jornada’, Pedro Aspe dirige el fondo Evercore México Capital Partners que posee el 20% de Dravaz y entre los funcionarios que trabajaron para Evercore figura el actual Secretario de Economía Luis Videgaray. Esta empresa Dravaz participa actualmente en todos los sectores de la industria petrolera, desde la producción de gas en Reynosa, distribución de gas en Monterrey, trabajos en los campos de Ebano, S.L.P. en Poza Rica, Veracruz y en el mantenimiento de los ductos de Paraíso, Tabasco.

La empresa constructora de Obras Huarte Lain Industrial (OHL) es presidida por José Andrés de Oteyza, quién fue Secretario de Patrimonio y Fomento Industrial de 1976 a 1982, Entre los miembros de su Consejo de Administración destacan Carlos Ruiz Sacristán, ex director general de Pemex en 1994 y luego Secretario de Comunicaciones y Transportes de 1997 al 2000; Jesús Reyes Heroles González Garza, director de Pemex entre 2006 y 2009 y anteriormente Secretario de Energía entre 1995 y 1997.

Carlos Ruiz Sacristán es el principal líder de la empresa Ienosa que es operadora de infraestructuras energéticas, subsidiaria de Sempras Energy que fue acusada de defraudación fiscal y de lavado de dinero en los Estados Unidos, así como de daños ambientales en México. Ienova opera varios sistemas de transporte, almacenamiento y compresión de gas natural y LP en Baja California, Chihuahua, Jalisco, Nuevo León, Sonora y Tamaulipas. También posee la Termoeléctrica de Mexicali que funciona con gas natural y tiene una capacidad de 625 MV. Posee también Energía Sierra Juárez que posee un parque eólico con capacidad proyectada de 1200 MV para construirse en Baja California en una sociedad entre Inter Gen e IEnova muy cerca de la frontera con EUA.

Por su parte, Emilio Lozoya Austin, es hijo del actual director de Pemex, Emilio Lozoya Thalman, quien fue director del Issste y Secretario de Energía en tiempos de Salinas de Gortari. También fue consejero de OHL y ahora está iniciando su labor en la infraestructura de transporte del sector energético mediante tres generosos contratos con Pemex Refinación para construir una planta de hidrógeno, la terminación del gasoducto de Cadereyta y para una plantita de cogeneración de energía de 35 MV en Madero, Tamaulipas.

Otros casos similares son los de Georgina Kessel, Secretaria de Energía entre 2008 y 2011 y presidenta de Pemex y de CFE durante el sexenio de Calderón y ahora consejera de Ibedrola, la principal empresa privada generadora de energía eléctrica en México con presencia en Oaxaca y Puebla. Además del caso de otro ex-funcionario federal Juan José Suárez Coppel, quien fue director de Pemex entre 2009 y 2012 y ahora trabaja en la empresa transnacional Jacobs Nederland BV, subsidiaria de Jacobs Engineering Group, una de las más grandes empresas proveedoras de servicios técnicos a la industria petrolera global. Desde antes, en el 2004 obtuvo un contrato para construir plataformas en la sonda de Campeche por 2500 millones de dólares y una planta de recuperación de azufre en Tula, Hidalgo.

La empresa Oro Negro empezó en febrero del 2012 y quiere encabezar el sistema de servicios a petroleras. Uno de sus principales socios y presidente del Consejo de Administración es José Antonio Cañedo White, ex director de Nafin y ex presidente del Consejo de Televisa. En esta empresa también está Gonzalo Gil White, sobrino de Francisco Gil Díaz, Secretario de Hacienda en tiempos de Fox. También forma parte de esta empresa Luis Ramírez Corzo Hernández, director de Pemex del 2004 al 2008. Hace poco Pemex les otorgó contratos por 823 millones de dólares.

Adenda.- Suponemos que nuestros senadores encabezados por Penchyna y por Gracia se sentirán orgullosos de haber realizado una labor tan patriótica, aun cuando sean muy pocos y muy ricos los beneficiarios. Una especie de ‘neo porfiriato’ totalmente legalizado.

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