André Derain (1880 – 1954) se reveló en el marco del grupo de los fauvistas por la vitalidad de su paleta, su perspectiva audaz y su facilidad para simplificar. En 1908 se volvió hacia las enseñanzas de Cezanne con una visión más profunda de la naturaleza. Poco antes de la Primera Guerra su búsqueda inicia una nueva fase de su evolución bajo la influencia de los franceses primitivos y de la cultura africana, llendo hacia un arcaísmo seco pero grandioso.
Después de seis años de salvajismo Derain se convirtió en un ejemplo de la moderación y se volvió conservador o conformista político que durante las horas más oscuras y difíciles de Francia cambió sus principios humanísticos y simpatizó con los nazis.
Cuando finalizó la Primera Guerra Mundial Derain reacciona en contra del Dadaismo y el Surrealismo y se mueve hacia una forma de arte realista inspirado en la Antigüedad Romana, hacia Caravaggio y Courbert.
Las pinturas fauvistas de Derain reúnen la vehemencia de Vlaminick con la cultura de Matisse. La técnica puntillista de dividir los colores se mezcla con la fauvista de hacerlos coincidir creando un estilo único muy alegre. A partir de 1908, después de abrir el camino al cubismo y al arte abstracto se unió a varios pintores fauvistas en la búsqueda de nuevas vías creativas.
Adenda: El denominado Arte Moderno es totalmente ajeno a la Modernidad Histórica y corresponde a la aportación singular de un maravilloso grupo de artistas plásticos que crearon una nueva visión de las artes plásticas y de la arquitectura que aún está en vías de desarrollo y se vuelve más complejo con el surgimiento de las ciencias y las tecnologías digitales.
Hyde Park, 1906, André Derain, (Troyes, Museo de Arte Moderno)
Barcos en Collioure, 1905, André Derain, (Colección privada)
Retrato de Matisse, 1905, André Derain, (Londres, Tate Gallery).