Nacionalistas y Populistas (II)

La extrema derecha sabe como recoger el malestar del ciudadano común y dar respuesta con soluciones simples a problemas de fondo que los partidos tradicionales escondían. De modo que estos nuevos partidos usan tácticas populistas que contraponen a las élites asociadas con la vieja política y al pueblo. En cierta forma todas estas tácticas son movimientos contestatarios al orden político establecido según dice Pol Morillos director del CIDOB. De hecho es el rechazo a la globalización desde la derecha política. A diferencia de los movimientos políticos de la izquierda, las élites no solo secuestraron los derechos del pueblo, sino que son traidores a la nación porque han fomentado el multiculturalismo según el historiador de la ultraderecha Xavier Casals.

Para Jordi Vaquer, director de la fundación Open Society Initiative for Europe, la crisis actual ha creado una ventana de oportunidades en las que el discurso de las élites contra el pueblo funciona muy bien, aun cuando el pueblo la esté pasando muy mal. Sin embargo, los expertos señalan que no hay una correlación directa entre la crisis económica y el auge de la extrema derecha, ya que las causas del actual malestar son muchas y muy variadas, como los cambios en tecnologías, los nuevos modelos productivos, la globalización, la creciente desigualdad y sobre todo el gran descrédito de la política.

Según el historiador Xavier Casals existen cinco fracturas en la tesis del francés Pascal Perzineau que explican el auge de la extrema derecha en el mundo actual: 1º.- La fractura entre los perdedores y los ganadores de la globalización. 2º.- La mayor o menor apertura a la libertad de movimiento. 3º.- La división, a nivel cultural entre los partidarios de un sistema de valores liberales y los de valores tradicionales. A nivel geográfico el choque entre las grandes urbes y la periferia de ciudades medianas o zonas desindustrializadas. 5º.- En el ámbito político, el choque entre los que defienden una cultura de gobierno contra los que defienden una cultura de protesta.

Por su parte, Jordi Vaquer piensa que hay una respuesta reaccionaria y ultraconservadora al avance de los derechos de las minorías y la sensación de que los modelos neoliberales fallaron. Dice Vaquer que desde el 89 ha habido un período enorme de liberalización pero también de regresión. Lo que todo el mundo percibe en el ambiente actual es que el discurso político se ha polarizado, ya que todo mundo busca ridiculizar a sus oponentes y este aumento en la agresividad va dirigido a las minorías: como el surgimiento de las redes sociales y la gran crisis que existe en los medios de comunicación.

Para Alex Cobo, cofundador del Proyecto Proxi contra el discurso de odio en Internet no hay que demonizar a las redes sociales como su canal aunque sea cierto ya que han ayudado a descentralizar la expresión pública y sacar a la esfera pública discursos que antes permanecían en la esfera privada.

Adenda: Seguiré con esta visión de la Ultraderecha y el Populismo en el siguiente y final capítulo.