Aunque la mayoría de los expertos en asuntos bélicos piensan que Rusia ya tiene orientados hacia Washington y otras ciudades occidentales sus nuevos misiles hipersónicos, como el Tsirkon que puede alcanzar hasta 1000 Kms para atacar a objetivos terrestres, tras su última intervención en el Ministerio de Defensa, donde se difunde un video de un dron nuclear submarino, Putin afirmó que podía operar a una profundidad inédita y viajar más rápido que todo tipo de embarcaciones y torpedos existentes. Según el Ministerio de Defensa Rusa, el dron es inmune a la intercepción y puede llevar un arma nuclear pesada para atacar grupos de portaviones y áreas costeras.
Ahora mismo existe un escenario similar al de 1962, cuando Rusia reemplazó los misiles normales de Cuba por misiles nucleares en respuesta al envío de cohetes que hizo Estados Unidos en Turquía.
En su último discurso militarista, Putin señalo que aunque en los últimos seis años han bajado los ingresos reales de los rusos y prometió que habrán mejores ingresos eso se debe a que Rusia puede concentrar sus enormes recursos financieros en su desarrollo.
Aunque Putin ha perdido en alto grado el fervor patriótico creado por la anexión de Crimea hace cinco años, además de las sanciones de Occidente y la crisis económica han tenido un efecto notable en el bolsillo de los ciudadanos rusos. Y pronto serán las elecciones presidenciales.
No obstante, Putin no aclaró como podrá pagar el Estado todas sus promesas sociales, ni explicó porqué la economía rusa creció a una tasa anual de solo 0.7%. Al margen de esa problemática, Putin dijo que uno de los grandes problemas de Rusia era su demografía a la baja que puede poner en riesgo el crecimiento del País. La natalidad sigue cayendo y en el 2017 hubo un 10% menos de partos que en el año anterior, según su Instituto Federal de Estadísticas.
A esa pérdida de población, más la provocada por las migraciones al exterior – 60,000 rusos salen del país cada año para trabajar en otros países, de los cuáles el 40% tiene educación superior – De modo que Rusia tiene ahora una esperanza de vida de 68 años para los hombres y de 77 para las mujeres.
Las medidas de Putin parecen orientarse a controlar el problema demográfico y a aumentar la natalidad, prometiendo más ayuda a las familias numerosas, menos burocracia para acceder a las ayudas sociales con cargo al presupuesto público para que las familias con hijos puedan pagar sus hipotecas.
Todo este proyecto de reconstrucción de Rusia está apoyado en su increíble poder bélico nuclear con el que puede destruir a todo el mundo occidental actual en unas cuantas horas.
Adenda: La parte apocalíptica de esta situación es que la mayoría de los altos dirigentes del mundo actual siguen pensando en sus intereses materiales, sin poder vislumbrar el gran peligro que correría el Planeta entero si se desencadenase una guerra mundial.