John Brockman caracteriza a la ‘tercera cultura’ a partir de las aportaciones de una serie de científicos y pensadores que, según él, están ocupando ahora mismo el lugar del intelectual tradicional, al dedicarse a analizar el más profundo sentido de la vida en el ser humano.
Según Brockman, la fuerza de esta ‘tercera cultura’ se sustenta en que admite desacuerdos acerca de las ideas que merecen ser tomadas en serio, ya que no demora en disputas marginales, sino que se concentra en aquellos asuntos que afectarán la vida de todos los habitantes del planeta.
Brockman se refiere a los temas científicos que reciben un tratamiento destacado en las páginas de cultura científica que aparecen en periódicos y revistas de los últimos años. Como son la biología molecular, la inteligencia artificial, la teoría del caos, las redes neuronales, el universo inflacionario, los fractales, los sistemas complejos adaptativos, las supercuerdas, la biodiversidad, la nanotecnología, la hipótesis Gaia, la realidad virtual, etc.
Entre los intelectuales representativos de la ‘tercera cultura’ están los físicos Paul Davis, J. Dayne Farmer y Roger Penrose; los científicos evolucionistas R. Dawkins y S. J-Gould; los biólogos Brian Goodwin, S. Kauffmann, L. Margules y F.J. Varela; informáticos y psicólogos como Nicholas Humprey y Steven Pinker y filósofos como Daniel C. Dennet.
En la parte final de su introducción a la ‘tercera cultura’, Brockman trancribe algunas opiniones de estos autores que coinciden con su punto de vista personal. La primera parte del texto está dedicada a la evolución citando textos de S.J. Gould, R. Dawkins, S. Jones y L. Margulis, entre otros más.
La segunda parte titulada ‘una decisión de apaños’ contiene textos sobre máquinas inteligentes, información, intención, lenguaje, conciencia, etc. de D.C. Dennett, F. Varela, S. Pinker y R. Penrose. La tercera parte de los orígenes reproduce textos de M.Ress, Paul Davies y otros. Mientras la cuarta parte se titula ¿Cuál fue el algoritmo de Darwin? Y la quinta incluye un texto de W.Daniel Hillis.
Brockman considera reaccionarios a los intelectuales norteamericanos tradicionales, pero señala el gran cambio a este respecto que se ha producido en las últimas décadas, a diferencia de lo que ocurría en los años 60,s cuando el intelectual-científico se hizo presente.
Dice Brockman que los intelectuales de letras siguen sin comunicarse con los científicos, aunque éstos se comunican directamente con el gran público. La emergencia de la ‘tercera cultura’ y de la Fundación Edge apuntan, según Brockman hacia una ‘filosofía natural’ basada en la comprensión de la importancia que tienen en el presente la complejidad y la evolución.
Adenda: En el presente es muy difícil aceptar que la estructura institucional de la mayoría de los modelos políticos y económicos del mundo están en un momento muy crítico y los viejos paradigmas de las autarquías, de las monarquías y de todas las expresiones del poder oligárquico de unos cuantos poderosos se vuelve cada día más reaccionaria y parece que quieren conservar su poder por toda la eternidad.