Según el NASA Earth Observatory, la tasa de reducción del Oxido de Nitrógeno (NO2) es más significativa este año que en los años anteriores y ha durado más, ya que muchas ciudades de China han tomado serias medidas para minimizar la propagación del Coronavirus.
No solamente el Oxido de Nitrógeno ha desaparecido de la atmósfera de China. Según un análisis de Lauri Myllyvirta del Centro de Investigación de Energía y Aire Limpio (CREA) con sede en los Estados Unidos, el descenso de la actividad industrial y comercial de China ha producido una caída de al menos 25% en sus emisiones de dióxido de carbono en las dos semanas que siguieron a las vacaciones del año nuevo chino a fines de enero.
Myllyvirta calcula que durante las tres últimas semanas de febrero China emitió 150 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono menos que durante el mismo período del año pasado. Una reducción del 25% de las emisiones en China equivale a una reducción global del 6%.
Si China continúa con su producción industrial y su tráfico vehicular muy controlada como hasta ahora, la contaminación en su territorio y en la ruta hacia Europa bajaría mucho y la vida silvestre se fortalecerá para bien de todo el mundo.