La Unión Europea es la primera economía del mundo en traducir la ambición de neutralidad climática en una acción política del mundo real. Dice Simone Tagliapietra de Bruegel, director del Centro de Estudios Económicos con sede en Bruselas que se requiere de una nueva legislación para poder reducir las emisiones de carbono, ya que con las actuales solo se reducirán en un 60% para 2050 en lugar de alcanzar la neutralidad total del carbono.
Las 12 propuestas legislativas que se presentaron el miércoles en Bruselas están diseñadas para reducir la dependencia de los combustibles fósiles que incluyen el carbón, el petróleo y el gas natural, ampliar el uso de energías renovables, incluida la energía solar, eólica e hidroeléctrica, o por lo menos el 38.5% de toda la energía para el 2030; forzar el desarrollo rápido de los coches eléctricos con límites mas estrictos de Bióxido de Carbono y finalizar para el 2035 la venta total de coches de combustión interna.
Además de apoyar las opciones de energía limpia para la aviación y el transporte marítimo y por primera vez se establecerá un mercado de carbono para el transporte por carretera y los edificios.
Dice Tagliapietra que el transporte, la calefacción y la refrigeración de edificios representan el 35% de todas las emisiones de carbono de la Unión Europea. Pero crear un mercado separado de ellos será muy difícil porque aumentarían mucho los costos de combustibles para las familias y las empresas pequeñas.