Las ‘parejas de hecho’ en el futuro pueden adoptar la forma de una estructura familiar sin obligaciones ni intenciones reproductivas. Quizá los robots cumplan un rol inesperado en las unidades familiares en algunos años más. Según los expertos actuales en materia de procreación, la edad óptima para procrear de las mujeres es entre los 16 y los 20 años. Por lo que no es difícil vaticinar en el futuro, cuando el sexo no tenga propósitos reproductivos, las mujeres podrían preferir extraerse sus óvulos para usarlos cuando ellas lo decidan. O bien podría ser un plan de ingeniería demográfica del estado cuando el mundo ya esté muy poblado.
En 1988, Isaac Asimov hizo un vaticinio sobre el impacto de internet en la educación del futuro que coincide con el aspecto individualizador que no caracterizan ni a la familia tradicional, ni a los sistemas educativos que han existido hasta ahora.
No dejaremos de ser humanos por vivir en el individualismo absoluto con otra institución que sea diferente a la familia que cuida nuestra salud emocional. El ser humano tiene inculcados valores que no serán fáciles de cambiar y a solución de nuestra especie ha sido el relevo generacional. Sobre todo en las sociedades que han abandonado los dogmas teológicos y han dado margen al escepticismo.
Las actuales distancias físicas actuales se han acortado, por lo que a la familia virtual solo le faltaría el contacto físico mediante un abrazo, una caricia o un choque de manos. De modo que quizá estaremos en una sociedad en la que la familia sólo sea el marco de una identidad emocional.
La sociedad humana actual está cambiando con gran rapidez y cada generación dista más de la anterior que en el pasado. A pesar de ser muy conservadora, la institución familiar no podrá superar a los cambios tecnológicos y sociopolíticos actuales.
En este ejercicio de ver el futuro que ahora hacemos se ha concluido que el ser humano pasa por etapas evolutivas e involutivas sin percibirlo, pero eso no evita que persista un deseo de vaticinar el futuro de forma positiva.
Adenda: No hay duda de que la familia tradicional quedará totalmente obsoleta en unos cuantos años más. O mejor aún, eso ya ha sucedido pero no nos hemos dado cuenta de ello.