En los inicios del ser humano en la Tierra hubo agrupaciones de individuos que formaron tribus y clanes para tratar de superar las adversidades de la naturaleza. Actualmente existen algunos casos de aldeas perdidas en las selvas amazónicas que muestran cómo se comportaban nuestros ancestros.
Cuando el ser humano comenzó a dominar a la naturaleza se incrementó su demografía y una nueva realidad amplió la importancia de la familia, que aparte de sobrevivir cumplía con una función social, política y económica. Pero las familias de entonces no se parecían en nada a las actuales, sino que pasaron miles de años hasta que el ser humano desarrolló una vida social que afectó a la evolución de la unidad familiar.
En todas las culturas la familia ha sido protegida y más aún en las que la religión señala las pautas a seguir. Una de las características impuestas por las sociedades guiadas por la religión es ´la monogamia’ que tiene muchos matices dependiendo de las culturas.
Otra figura social que se ha perpetuado en el tiempo es ‘el matrimonio’, aunque sea más importante la ‘pareja de hecho’ como moderna figura familiar. Conforme el clero perdió influencia en la política de estado surgieron movimientos reaccionarios contra el dogma familiar tradicional, cómo han sido la libertad sexual en el siglo XX, el feminismo, el matrimonio civil y homosexual, el derecho al aborto y al divorcio, además de las ‘parejas de hecho’.
La participación de la mujer en el mercado laboral también ha modificado la forma de operar del hogar familiar tradicional. Ya que la educación laica del estado entra en contacto con los alumnos a edades muy tempranas, cambiando no sólo la enseñanza básica tradicional, sino los principios y los valores familiares tradicionales.
Otro elemento que ha cambiado a la familia tradicional es que los centros económicos básicos se han movido a las grandes urbes que propician la reducción del tamaño de la familia por los altos costos y hoy en día las familias son de tres o cuatro miembros viviendo en ciudades de millones de habitantes.
No existe una explicación del porqué, pero en todas las culturas han estado presentes la monogamia, el matrimonio y la reprobación del adulterio. En el pasado han existido familias matriarcales y otras más sin vínculos de sangre. Según John Locke, el ser humano llega al mundo sin nada en la mente y puede ser cierto que haya algo de herencia biológica pero es más del 90% lo que dice Locke.
Para el estado hay dos formas de gestionar las unidades económicas básicas: una basada en individuos y otra en familias. Desde la revolución industrial la tendencia hacia la gestión por individuos se ha incrementado tanto por las grandes urbes, el acceso laboral de la mujer, el auge del socialismo y los nuevos conceptos de libertad e igualdad, pero la fórmula está ligada a nuestros principios y es probable que así permanezca durante muchos años más.
Un mundo sin derecho a la propiedad y a la herencia es perfecto para una sociedad basada en individuos. Con la ayuda de la tecnología reproductiva genética actual podría ser un mundo donde los hijos no conozcan a sus padres y hermanos y que ni siquiera dieran valor a ese hecho.
Adenda: Seguiré con este tema de las ‘nuevas familias’ y de las ‘parejas de hecho’.