La Organización Mundial de la Salud (OMS) pronostica que para el año actual del 2020 la depresión será la segunda causa de discapacidad en el mundo y la primera en países en vías de desarrollo como México.
No es exagerado decir que hay una epidemia mundial de depresión. La verdad es que desde mayo de este año se sabe que la depresión tiene características similares a enfermedades como el cáncer o la diabetes tipo II, ya que existe una predisposición genética que se desencadena por factores del medicamento.
El estudio de genética más extenso acerca de la depresión revela que todos los seres humanos tenemos en mayor grado factores genéticos de riesgo del Trastorno Depresivo Mayor o TDM.
En mayo pasado la revista Nature publicó un metaanálisis genético de alrededor de 300 científicos de 161 instituciones de diversos países dónde se comparan los resultados de estudios realizados en 135,458 casos de TDM y 344,901 controles.
El resultado fué que se encontraron 44 genes asociados directamente a la depresión. Treinta de ellos no se conocían y se hallaron 153 que pueden tener cierta influencia en el padecimiento.