Según William Robinson, el filósofo y catedrático de la Universidad de California, el capitalismo global está en crisis desde los años 80. Ya que ha habido una polarización global donde los ricos se han hecho más ricos y las clases bajas han ido hacia la miseria. En su libro sobre la crisis del capitalismo global plantea tres puntos fundamentales:
1º. Que ya existe un ‘nuevo capitalismo global que tiene cuatro o cinco puntos muy novedosos. 2º. La crisis actual se podría convertir en una crisis sistémica. 3º.- La gran elite ha respondido mediante tres mecanismos que solo han agravado la crisis.
Esos tres mecanismos son: La ‘acumulación militarizada’ que consiste en acumular riquezas mediante el uso de conflictos planeados en regiones lejanas al territorio de Estados Unidos, gastos militares, guerras por razones económicas, supuestos actos de terrorismo que son creados por la CIA y conflictos inducidos como el de Irak. El segundo mecanismo es el del ‘saqueo de los presupuestos públicos’, donde las riquezas del gobierno se trasladan a manos privadas cuando los grandes Estados ya no pueden pagar sus deudas, por lo que venden bonos de la riqueza pública a los empresarios. Eso significa que la clase capitalista tiene comprometidos los presupuestos públicos. Y el tercer mecanismo es la especulación financiera que no es productiva. Como sucedió en el colapso del 2008 que provocó el aumento de los precios de los alimentos básicos, de los ‘commodities’, de los energéticos y de otros productos de uso doméstico.
Dice Robinson que hay muchos que aún creen vivir en el siglo XX, pero en los hechos ha habido muchos cambios y han surgido varias facciones ideológicas. Por lo que estima cinco elementos fundamentales como los constituyentes de la crisis actual:
1º.- La Crisis Ecológica, debida a que los capitalistas no han tenido capacidad para aliarse con la ecología. 2º.- El Capitalismo Global ha llegado a su máxima capacidad de expansión y si no hay expansión el mundo entra en crisis, ya que la demografía no para. 3º.- El alcance y concentración de los medios de violencia en muy pocas manos, ya que unos cuantos pueden controlar lo que piensa y lo que posee el ser humano. 4º.- Existe una extensa polarización social y ha surgido una población superflua, una gran masa de seres humanos que ha sido expulsada del sector productivo global y es equivalente a una tercera parte de la humanidad. 5º.- Hay un gran desfase entre una economía desglobalizada y la actualidad política que todavía se sigue ejerciendo a nivel nacional y no mundial. Es obvio y visible que las grandes elites globales están buscando mecanismos que tengan autoridad política a nivel trasnacional como es el caso del Foro de Davos, donde en su última reunión hubo muchas ideas para enfrentar a la nueva economía mundial. Pero no hay duda de que es indispensable crear una política global.
Dice Robinson que se necesita la democratización de las sociedades globales para salir de la crisis actual. Ya que cuando hay una gran concentración del poder económico se genera una fórmula política oligárquica que mina la democracia en su concepto tradicional. Como no puede haber democracia política con una concentración tan fuerte de recursos económicos en unas cuantas grandes potencias, los gobiernos de América Latina, sobre todo en Sudamérica, han utilizado recursos naturales y públicos para generar una redistribución de la riqueza que los ha protegido parcialmente de la crisis global. Pero no es un modelo sustentable en el largo plazo por obvias cuestiones ecológicas.
El hecho real es que ningún país puede quedar fuera del capitalismo global actual, por lo que se necesitan mecanismos de redistribución y democratización de la economía y de la política global. Y se requiere cambiar por completo la base energética actual que está sustentada en carbón, hidrocarburos y materiales no renovables que han ido cambiando la ecología del planeta hacia un rumbo apocalíptico.
Adenda: Por fortuna, China y la India, las dos nuevas culturas que van controlando al mundo actual y que representan las dos terceras partes de la demografía mundial están creando nuevas fórmulas de operar la economía, revivir la conciencia moral del ser humano y conservar a como dé lugar el equilibrio ecológico del Planeta.