El Nuevo Orden Mundial Multipolar

El mundo actual está constituido por dos bloques de países: los que están bajo el dominio del neoliberalismo y los Estados de economías mixtas. Existen diversas condiciones geopolíticas que han propiciado la conformación de este nuevo orden mundial, como la revolución informática, la globalización, el neoliberalismo y la crisis del 2008. Bajo estas condiciones reales de la geopolítica actual se habrá de confirmar un naciente grupo de Estados nacionales con economía mixta, formado por naciones con diversos niveles de poder nacional y regional, de desarrollo y de relaciones económicas, sociales y culturales.

Casi todos los investigadores acreditados a nivel mundial en materia de economía y de finanzas coinciden en que el desarrollo del nuevo capitalismo integrará a la mayoría de los países del mundo generando efectos muy desiguales. Mientras que las naciones de integración pasiva y neoliberal sufrirán las peores consecuencias, debido a la apertura comercial, al debilitamiento del Estado y al empobrecimiento de su población, los Estados nacientes desarrollarán fuerte aprendizaje tecnológico en la base de su sociedad y se aprovecharán de sus bajos costos laborales.

En este segundo caso estarán Corea del Sur, Taiwan, Singapur y Hong Kong, pero sobre todo China, seguida de la India y de Rusia. Al mismo tiempo está la declinación de los Estados Unidos y su crisis de hegemonía donde se incluyen los países bajo su control, ya que no han sido capaces de sostener a un régimen individualista, derrochador y de agresiones bélicas permanentes hacia otros países.

Según Eric Posner, profesor de Derecho de la Universidad de Chicago, el nuevo orden mundial está muerto y la administración de Washington trata de poner buena cara al mal tiempo actual, culpando a Rusia de comportarse como si estuviera en el siglo XIX. Dice Posner que no es Putin quién lleva el mundo al pasado, sino Obama, quién sigue hablando como si ahora fuera el año de 1991.

Explica Posner que en la década de los años noventa se hubiera podido hablar de un mundo unipolar, ya que Rusia era el único contrapeso para los Estados Unidos y para ese entonces ya había dejado de existir, mientras que los Estados Unidos era lo suficientemente fuerte como para imponer sus condiciones a muchos otros países. Fue en septiembre de 1990 cuando George W. Bush anunció el establecimiento de un ‘nuevo orden mundial’ basado en cuatro pilares específicos: los tribunales internacionales de los derechos humanos universales, la justicia penal internacional y el libre comercio e inversión. Pero por razones diversas y por culpa fundamental de los Estados Unidos, en poco tiempo dicho sistema quedó obsoleto.

En la opinión de Posner, el orden liberal nacido tras la caída de la URSS se fundó en la falsa idea de que todas las naciones eran iguales y seguían las mismas reglas. Pero en realidad esas reglas son las de Occidente y los Estados Unidos jugaron el papel de presidente de ese Tribunal Supremo que en ese momento no tenía rivales debido a la gran fuerza bélica que poseía. Pero ahora esa ilusión ha desaparecido y el mundo actual se parece más a la forma en que se veía en el siglo XIX.

Continúa el profesor Posner señalando que si en el siglo XIX el Imperio Ruso, el Reino Unido, Francia, Japón y los Estados Unidos fueron grandes potencias, en la actualidad esa lista incluye a Estados Unidos, China, Rusia y la Unión Europea. Por lo que para evitar una potencial guerra entre dichas naciones, éstas se deben reconocer unas a las otras y actuar bajo el principio de igualdad.

Finaliza Posner diciendo que Estados Unidos no debe de extrañarse de que solo los países africanos pobres teman a los tribunales internacionales y que tanto Rusia como China tengan una política exterior independiente y sin someterse a los Estados Unidos. Según Posner, el nuevo orden mundial multipolar ya se ha formado desde hace dos o tres años, pero Washington todavía no lo acepta y finge que no puede entenderlo.

Quizá esa aparente terquedad de Washington por tratar de permanecer en el liderazgo mundial sin compartirlo con ninguna potencia se deba a que su principal competidor que es China ha dejado de ser el líder importador y exportador que era en los últimos 30 años o quizá sea una inercia natural de los grandes imperios a continuar pensando que siguen siendo los líderes omnímodos hasta que una secuela de hechos violentos, cruentos e inesperados les hagan cambiar de idea.

Adenda: Desde nuestra particular visión personal pensamos que la gran clase política y las instituciones que dominan en los Estados Unidos desde los años setenta, como son los casos del Pentágono y sus fuerzas de inteligencia, Wall Street y los demás grandes holdings financieros, las invencibles empresas petroleras, los mercenarios, los fabricantes de armas, las aseguradoras, los productores de medicinas y de otros servicios sociales, etc., están muy lejos de permitir que nadie les quite sus riquezas que han conservado y acumulado durante varias generaciones.

Para los estadounidenses y para la gran mayoría de las naciones de Occidente, el derecho fundamental de las democracias republicanas es de poder conservar los bienes y los servicios que les heredaron sus antepasados. Dentro de su cultura colectiva, el Dios de la razón siempre ha apoyado a los estadounidenses y lo seguirá haciendo hasta el final de los días.