El nuevo acuerdo comercial de América del Norte que se llamaba TLC, en la sesión trilateral del lunes pasado cambió de nombre a (USMCA), Acuerdo EUA-México-Canadá y reportó ajustes muy importantes en varias áreas claves de las relaciones comerciales de los tres países de Norteamérica.
Establece nuevas reglas para la producción de automóviles que están destinadas a incentivar la producción de autos y camiones ligeros en los países que pagan salarios más altos. Asimismo, reduce las barreras para los productores de leche estadounidenses que venden queso, leche y otros productos a Canadá, conservando un tribunal para resolver las disputas comerciales que los Estados Unidos había tratado de eliminar.
Además garantiza a los fabricantes canadienses y mexicanos un mayor acceso a los mercados estadounidenses de automóviles y de camiones ligeros. No obstante, deja muchas dudas sobre su capacidad para evitar aranceles sobre las exportaciones de acero y de aluminio a los Estados Unidos.
El viejo TLC requería que los fabricantes de automóviles produjeran el 62.5% de un vehículo en América del Norte para poder acceder a las tarifas de ‘cero’. Y el nuevo acuerdo eleva dicho nivel al 75%, lo que significa obligar a los fabricantes de automóviles a obtener menos piezas para un automóvil que ha sido ensamblado en México, Canadá, Alemania, Japón, Corea del Sur o China.
El nuevo acuerdo también estipula que un creciente porcentaje de piezas para cualquier vehículo libre de aranceles que alcanzaba el 40% en el 2013 debe provenir de la denominada fábrica de ‘salarios altos’ donde esas fábricas deben pagar un mínimo de $16.00 us dólares en salarios diarios promedio a los trabajadores de producción. Lo que significa cerca del triple del promedio de una fábrica mexicana, por lo que esperan que dicha disposición obligue a los fabricantes de automóviles a cambiar proveedores de México a Canadá o a los Estados Unidos.
Algunos expertos opinan que existen muchos riesgos con ese cambio, ya que podría tener un efecto perjudicial para los estadounidenses al aumentar los costos para sus compradores e incentivar los producción en países de bajos costos como China. En contraparte, también podría resultar ineficaz para cambiar la producción, ya que no está indexada a la inflación, por lo que un salario promedio de $16 us. dólares por hora será 2023 dólares menos restrictivo que en la actualidad.
Quizá el mayor punto de fricción en las negociaciones del nuevo tratado comercial durante el último mes fue la protección que hizo Canadá de su mercado lácteo, incluyendo los límites que se impusieron a los productos lácteos que se importan de los Estados Unidos y el apoyo de su gobierno que otorga a los productores canadienses una ventaja en los mercados internacionales frente a los estadounidenses.
Esas fueron razones por lo que el lunes pasado Trump dijo que ‘la lechería había sido un factor decisivo’ ya que el nuevo acuerdo da la victoria a los Estados Unidos en ambos frentes, abriendo gradualmente el mercado canadiense a los lácteos estadounidenses más exportados, como la leche líquida, la crema, la mantequilla, la leche desnatada en polvo y otros lácteos. También Canadá acordó eliminar un programa que ayuda a los vendedores de ciertos productos lácteos, tanto en el hogar como en el extranjero.
El nuevo acuerdo comercial crea también una lista de nombres de quesos que México y los Estados Unidos aceptan comercializar sin restricciones en sus respectivos países y obliga a las tiendas de comestibles de Columbia Británica a suspender la venta de sus vinos exclusivos en las estanterías donde haya también vinos estadounidenses.
En cuanto a los mecanismos para la solución de las disputas, los Estados Unidos buscaron eliminar la disposición del Capítulo 19 que da a los tres países de América del Norte una especie de sitio de juego neutral, con un panel de representantes de los tres países que desafían las imposiciones mutuas y otras acciones controversiales.
En el acuerdo revisado Canadá ganó la pelea y se acordó eliminar ese mecanismo entre Estados Unidos y Canadá que permite a los inversionistas demandar medidas de alivio en los países extranjeros. De modo que el nuevo acuerdo deja establecido ese mecanismo para las disputas entre México y los Estados Unidos, dejando fuera a Canadá.
Entre otros puntos menores pero importantes del nuevo acuerdo comercial existe una medida para presionar a México para que sea más fácil que sus trabajadores puedan formar sindicatos y unirse a ellos. Además de conceder permisos a las compañías de servicios financieros estadounidenses para tener un mejor acceso a los mercados de Canadá y de México más de una disposición para extender la propiedad intelectual de las compañías farmacéuticas de Estados Unidos que venden medicamentos recetados en Canadá.
Esta disposición otorgará protecciones más largas a los medicamentos biológicos estadounidenses contra los competidores biológicos similares y es probable que se aumenten las ganancias de esos fabricantes de medicamentos al venderle a Canadá.
Adenda: Aunque el mesianismo, la misoginia y la ceguera de Trump le hace ver este acontecimiento como un triunfo de su país, lo cierto es que este acuerdo comercial beneficiará sobre todo a México, justo en el momento que más lo requería, cuando la catástrofe social y política de Centro y Sud América está en su peor momento de la historia.