A sólo cuatro años de que termine su tercer mandato, Vladimir Putin hizo un movimiento político para seguir al frente del país, una vez que abandone el Kremlin. En solo dos décadas, Putin levantó la moral de la gran potencia en crisis y ahora, junto con China es el principal contrapeso para los Estados Unidos en la geopolítica internacional. En 20 años, Putin levantó la economía de Rusia, le devolvió su orgullo y la convirtió en una gran potencia internacional. Pronto se dio cuenta de que Rusia no podría ingresar a la OTAN, y de que no sería aceptada como una nación con los mismos derechos de la liga de naciones democráticas.
Entonces, Putin optó por el antagonismo con Occidente y en sociedad con China se reveló en cada una de las regiones del Planeta. Su plan fue presentado al Parlamento de Rusia en su discurso anual el 16 de enero, donde propone una serie de reformas radicales a la Constitución de Rusia que está vigente desde 1993.
Ahí dijo Putin que había decidido reducir las prerrogativas del jefe de Estado y fortalecer al Parlamento que designará al primer ministro.