Reagan decidió también congelar el nivel del salario mínimo federal que se fue reduciendo lentamente a partir de 1980 y alcanzó 7 dólares por hora en 2016, contra casi 11 dólares por hora en 1969. De modo que este régimen político-ideológico se mantuvo durante la alternancia presidencial de Clinton y Obama.
Aunque gran parte de los estadounidenses están cansados de la creciente desigualdad y las supuestas alternancias en el poder presidencial, ahora quiere reconectarse con la agenda progresista del igualitarismo, aunque no hay nadie que pueda liderar este proyecto. Por desgracia, el demócrata Bernie Sanders, que es quién pudiera lograrlo es demasiado viejo para que pueda ser presidenciable.
Mientras que el Partido Republicano se hunde en un discurso hipernacionalista, antiinmigrante y antiislamista ( a pesar de que esta religión no existe en los Estados Unidos). Además realiza una glorificación ilimitada de la fortuna de piel blanca. Y los jueces que nombraron Reagan y Bush han destruido cualquier limitación legal a la influencia del dinero privado en la vida política. Situación que complica la tarea de candidatos pobres como Sanders.
No obstante, las nuevas formas de movilización política y el financiamiento colectivo podrían prevalecer y conducir al país hacia un nuevo ciclo político. De modo que ahora mismo los estadounidenses están muy lejos de las profecías que consideraban que la historia del ser humano había llegado a su fin.
Adenda: A pesar de lo sintético de la visión de Picketty sobre el modelo político de Estados Unidos. Es muy probable que contenga un alto grado de exactitud.