El océano ha absorbido más del 90% del exceso de calor hasta ahora y ha reducido la mezcla entre las capas de agua, disminuyendo el suministro de oxígeno y de nutrientes para la vida marina. Para el año 2100, el océano tomará entre cinco y siete veces más calor que en los últimos 50 años si no se cambian las emisiones actuales.
Se proyecta que las olas de calor serán más intensas, durarán más tiempo y ocurrirán 50 veces más a menudo. Y al acidificarse el océano continuará absorbiendo más dióxido de carbono.
Con lo que todo el mundo marino está bajo amenaza como nunca antes. Algunas especies marinas podrían desaparecer, lo que causaría grandes problemas en las comunidades que dependen de los mariscos locales. Y los arrecifes de coral, los ecosistemas que albergan a miles de especies serán eliminados casi por completo hacia fines de este siglo.