En un comunicado publicado por el centro de estudios izquierdistas New Amèrica, más de 100 destacados académicos del gobierno advirtieron que las leyes electorales en algunos estados ya no cumplen con las condiciones mínimas para elecciones libres y justas, por lo que todo el sistema democrático está ahora en riesgo.
El proceso de conteo de votos se basa en el juicio y la integridad de los funcionarios locales, pero el Congreso puede tomar medidas para proteger la integridad del proceso electoral.
Trump y sus partidarios hicieron demandas indiscriminadas para anular los últimos resultados electorales y ahora buscan reescribir las reglas para que sea más fácil para los republicanos ganar sin tener mayoría de votos.
El H.R.1 es un proyecto de ley en expansión, ya que remodelaría el financiamiento de las campañas e impondría nuevas restricciones éticas a los funcionarios del gobierno. Si los proponentes pueden reunir los votos necesarios para aprobar una versión ampliada que aborde las amenazas del conteo de votos, ese sería el mejor resultado para Estados Unidos.
Sin embargo, si esto no se puede hacer, entonces tiene sentido perseguir un proyecto de ley que vaya directo a los retrocesos del acceso a la votación y a la subversión de los resultados electorales.