La mayoría de los antropólogos, biólogos y naturalistas del presente creen que el descubrimiento de la agricultura fue el factor fundamental que produjo el asentamiento definitivo de los seres humanos primitivos en un determinado territorio. La domesticación de diversas especies de plantas salvajes y su posterior cultivo fueron dos factores de gran importancia para la instalación de los hombres primitivos en predios agrícolas de propiedad privada que se heredaban a las nuevas generaciones sin control legal alguno.
Este proceso no se hubiera llevado a cabo con éxito si no hubiese existido un cambio climático muy profundo que tuvo lugar desde fines del paleolítico y duró varios milenios. En dicho cambio climático se mejoró mucho el ambiente del Planeta que posibilitó disfrutar al hombre del Neolítico de un clima más favorable que el de sus antepasados y logró conseguir una enorme variedad de recursos alimentarios. Dichos recursos siguieron obteniéndose de la naturaleza y poco a poco se fueron combinando con los primeros cereales que se domesticaron y luego se cultivaron.
Otra de las causas que llevó al hombre a ser sedentario fue la domesticación y cría de animales que convivían con el hombre, como la cabra, la oveja, el cordero o el buey con los que se cubría la cantidad de carne necesaria para sobrevivir y les proporcionaba los elementos para hacer pieles, fabricar vestidos y adornos que les diferenciaban de otras poblaciones.
La domesticación de las primeras especies vegetales permitió al hombre del Neolítico no tener que pedir a sus dioses para que las plantas salvajes tuviesen frutos en abundancia o que los animales regresaran a sus territorios para poder alimentarse sin problemas. Gracias a estos factores el ser humano pudo comenzar a crear un tipo de hábitat permanente que a diferencia del de sus ancestros se podía conocer casi a la perfección.
No era posible que en aquel entonces existiera una vivienda prototipo del hombre del Neolítico, ya que su estructura cambiaba en función de su ubicación geográfica. En el Oriente Próximo Antiguo las viviendas tenían forma rectangular y su suelo se pavimentaba para aislarse de la humedad, mientras que en Europa se preferían las viviendas muy alargadas en forma de rectángulo. Y a pesar de esas diferencias, en ambas regiones se utilizaban los mismos materiales como el barro, la piedra y la madera que se encontraban cerca de los poblados.
Por lo que en función del uso de los materiales de construcción, la Prehistoria se encuentra dividida por los materiales que el ser humano usaba para fabricar los útiles que se utilizaban en su vida doméstica: La Edad de Piedra y la Edad de los Metales. Dos etapas muy diferentes en las que el hombre prehistórico va avanzando del nomadismo al sedentarismo, la domesticación de plantas, de animales y el descubrimiento de la metalúrgica.
Con el descubrimiento de las pinturas rupestres de Altamira se puede observar el grave conflicto entre los investigadores de la Prehistoria y la Iglesia Católica que no valoró en ese momento el gran hallazgo realizado por Sautuola y su hija, sino que etiquetó a esas pinturas de obvias falsificaciones realizadas por la propia mano de su descubridor. Y no se dieron cuenta de su error hasta que el abate Henry Breuil descubrió años más tarde que había pinturas rupestres de características similares en varios puntos de Francia y tuvo que bajar la cabeza y pedirle perdón a la familia de Sautuola, quién había muerto desde hacía una década.
Por fortuna el nuevo mundo digital actual ayuda mucho a descubrir los secretos de las civilizaciones más antiguas como la de Egipto a través de la recopilación de imágenes, de sus templos, tumbas y muy diversos objetos, joyas y construcciones como las que se encontraron en la ‘civilización del Nilo’ gracias al noble empeño de varias generaciones de arqueólogos.
Finalizo este ensayo diciendo que el Neolítico fue una de las etapas más importantes de la Prehistoria, en la que se descubrieron la agricultura y la domesticación de animales comestibles. El Neolítico queda encuadrado entre el 8000 y el 3500 aC, donde se puso de manifiesto la nueva forma de trabajar las herramientas líticas, dándoles un exterior pulimentado que se adaptaban mucho a las labores implicadas en conseguir y preparar tierras de cultivo.
Los orígenes del Neolítico se sitúan en el Oriente Próximo Antiguo que hoy es la franja Sirio-Palestina, donde se dan las primeras evidencias del grupo de los Natufian que vivían en pequeños poblados de cabañas circulares. En un período cuando el ‘homo sapiens’ iba dejando su vida de cazador-recolector para pasar a vivir en pequeñas poblaciones donde conseguiría gran parte de su alimentación debido a los nuevos cultivos de plantas y animales comestibles.
Adenda: Lo paradójico de esta etapa del Neolítico es que a pesar de tener resuelto su problema alimentario y que se crearon nuevas herramientas bélicas y de trabajo, la sociedad humana no solamente no incrementó su nivel de bienestar y de justicia, sino que creció su nivel de violencia y generó una sociedad más individualista, más cruel, más xenófoba y más narcisista.
Se vivió una etapa involutiva de la sociedad humana muy similar a la que se vive ahora mismo a principios del siglo XXI.