La rapidez insólita a la que ha crecido el proceso de urbanización de China no tiene precedentes en la historia de la humanidad. China consumió más cemento entre 2011 y 2013 que los Estados Unidos durante todo el siglo XX según la Oficina Nacional de Estadísticas de China. Sin embargo no existen datos oficiales sobre el número de viviendas vacías, ya que según esta oficina del gobierno chino, en los hechos resulta muy difícil definir lo que se considera una casa vacía y durante cuánto tiempo permanece en esa condición.
Por esa razón, las autoridades y los científicos chinos utilizan otro tipo de mediciones, como la densidad de población para determinar la verdadera dimensión del problema. De modo que una ciudad fantasma se define como aquella cuya densidad de población es menor a la densidad promedio del país. Según el Ministerio de Vivienda y Desarrollo Rural de China dicho promedio es menos de 10,000 personas por kilómetro cuadrado.
De manera que estos estudios solo ofrecen una idea del promedio de desocupación de una ciudad y no dan información sobre la distribución de las casas vacías. No obstante, con la aparición del denominado ‘Big Data’ de Baidú, el mayor buscador de datos en Internet apareció una nueva forma de estudiar a las ciudades fantasma utilizando los datos de geolocalización de aplicaciones móviles y posicionamiento del buscador para hacer una estimación de las áreas urbanas menos pobladas del país.
Aunque el Baidu tiene ciertas limitaciones debido a que no todos los habitantes son usuarios de este gigante de Internet, aproximadamente son el 50% de ellos (700 de 1400 millones) que unidos a los datos de la telefonía móvil permite acercarse más aún a este problema de las ciudades fantasmas.
Un estudio realizado por organismos científicos privados durante seis meses distinguió entre aquellas ciudades que están parcialmente despobladas y las que pueden estar vacías por motivos ocasionales como el turismo. Al realizar el estudio durante períodos más largos se han podido identificar no solo las ciudades fantasmas, sino la dinámica de las distintas áreas urbanas. Mostrando que ciertas áreas residenciales de algunas ciudades se vaciaban a ciertas horas por desplazamientos al trabajo o como los centros turísticos que también quedaban desiertos fuera de la temporada alta.
De cierta forma, los investigadores han logrado determinar la densidad de población de las ciudades chinas en áreas de 100 metros cuadrados y la han comparado con la densidad media que calcula el gobierno chino. Detectando cerca de 50 ciudades fantasmas en todo el país. Pero sólo han mostrado 20 al público, con la excusa de que esos datos podrían causar daño a las empresas de bienes raíces. Según Heishan Wu, uno de los autores del estudio, sus datos pudieran servir al gobierno para afinar el estudio de la ciudades fantasma, pero las autoridades chinas aún no lo han contactado. Dice Wu que el hecho de que una ciudad esté vacía no significa que así vaya a seguir en el futuro y cita a la ciudad de Zhengdong que ha atraído a un gran número de personas en los últimos años y no es el único caso, ya que hay muchas otras ciudades fantasmas donde ha ocurrido lo mismo en los últimos años.
En contraparte, el periodista Wayne Shepard, autor del libro ‘Ciudades Fantasma de China’ dice que un pueblo fantasma suele ser ‘un lugar que ha muerto’ mientras que en China suelen ser todo lo contrario, ya que son ciudades que aún no llegan a la vida.
Según la Standard Charterd, las tasas de ocupación típicas para un nuevo distrito de China son menores al 20% durante los 5 primeros años, pero a partir de los diez años logran alcanzar hasta un 80% de su ocupación. La población urbana de China ha crecido mucho y en el 2011 superó por primera vez a la población rural, alcanzando el 55% en el 2012.
Finalmente, según la ONU, se espera que la población china urbana alcanzará el 70% del total en el 2030, llegando cerca a la proporción existente en algunos países europeos como Alemania que tiene el 74%.
Adenda: Son muchas las hipótesis que se derivan de esta breve descripción de las ciudades fantasma de China. Como la idea central del Partido Comunista gobernante de no permitir que la riqueza del país se concentre en unas cuantas manos de empresas inmobiliarias y de financiamiento de viviendas como ha sucedido en las naciones occidentales o bien que la autocracia de China haya pensado que como es un país al margen de la provocación de guerras en el extranjero para hacer crecer su economía, en su lugar crea una nueva forma de generar riqueza que sigue quedando en manos del gobierno y va dándole oportunidad a las clases medias y populares para obtener una vivienda a precios accesibles y cercana a sus lugares de trabajo.
También podría pensarse que debido a la robotización y a la sustitución del trabajo físico por los nuevos medios tecnológicos, el gobierno de China haya creado la idea de construir ciudades con la mano de obra de millones de obreros y campesinos que han ido quedando sin trabajo, al mismo tiempo que genera infraestructuras que servirán en el futuro para el desarrollo de la gran nación china.
Se pueden generar muchas otras hipótesis al respecto, pero lo que aún queda de los mitos del pensamiento de Occidente en nuestra mente no nos permite descubrirlas.