Ahora mismo se vive un momento histórico de grandes contradicciones políticas, económicas y sociales en el que ha surgido con violencia el racismo, la xenofobia, el antisemitismo, la intolerancia, el etnocentrismo y muchas más contradicciones. Las últimas décadas del siglo XX están llenas de procesos acelerados e irreversibles como la crisis económica mundial, los movimientos demográficos, las guerras comerciales, los cambios radicales en países del Este, el difícil y lento proceso de la Unión Europea y sobre todo la inseguridad y el miedo por el futuro frente al desempleo y la pobreza.
Cuando los grandes pensadores del presente se preguntan cómo ha sido posible volver a tener los mismos problemas que hubo hace siglos encuentran que las causas de los comportamientos racistas y xenófobos son muchos, pero básicamente son la historia, la religión y el desarrollo de las sociedades occidentales.
El término ‘raza’ se utilizó en la cultura occidental desde que tuvieron el primer encuentro con pueblos de características externas diferentes. Desde entonces hasta la segunda mitad del siglo XX se estableció una jerarquía entre las razas con base en el color de la piel, la forma del cráneo, el cabello y la estructura física.
A partir de eso comienza la hipótesis de la existencia de diferentes razas y según sus características biológicas las clasifican en superiores e inferiores. De modo que desde el primer momento, la raza blanca se consideró superior, más desarrollada, mejor preparada y con más armas para conquistar.
Desde el origen de las civilizaciones clásicas en la antigua Grecia y luego en Roma, se consideraban paganos y salvajes a los pueblos cuyas costumbres, dioses y organizaciones sociales eran diferentes, extrañas y raras.
A lo largo de la historia, tras la conquista de Africa y de América culminó la supremacía de la raza blanca con su religión monoteísta que se consideraba única y absoluta. Además excluía cualquier otra forma de vida social, cultural y religiosa que existiera como gitanos, judíos, indios, negros y pueblos de religión islámica.
Estos prejuicios se mantienen hasta hoy y según esta doctrina, estos individuos son primitivos, bárbaros, pecadores, caníbales, sucios y asesinos. Del concepto de ‘raza’ surge el término ‘racismo’ que difunde la supremacía de unos pueblos sobre otros.
Adenda: Continuaré este artículo con el tema de la xenofobia.