Ahora nos vamos hacia España, donde la Catedral de Burgos es una de las más bellas obras del arte gótico en el mundo y es la principal exhibición de la arquitectura gótica clásica de la monarquía de Castilla y de toda España. Esta basílica reemplazó a la iglesia románica de tres naves que la anticipó y que fue fomentada por Alfonso VI a fines del siglo XI. El proyecto fue otorgado al obispo Don Mauricio por el rey Fernando III.
En la catedral gótica de Burgos se distinguen dos etapas: la del gótico clásico de los siglos XIII y XIV, donde se desarrollaron los primeros maestros constructores y la segunda de estilo gótico flamígero que fue protagonizada por la familia Colonial. Hasta ahora se desconoce la identidad del primer maestro de la catedral, sin embargo se supone que fue un extranjero, probablemente francés, ya que traía un modo de construir que hoy es llamado gótico clásico, totalmente desconocido en España de comienzos del siglo XIII.
Los Vitrales Góticos ya eran utilizados en el arte románico pero alcanzaron su cumbre en el arte gótico. Eran una especie de mosaicos que iban desde la zona superior de la iglesia hasta la zona inferior refiriéndose a pasajes bíblicos y reemplazando a la pintura mural que dominaba en el arte románico. Los vitrales tenían la doble función de adornar y de iluminar el interior de las iglesias. En sus primeros años el arte gótico no se manifestaba como una nueva forma de expresión artística, ya que era un arte maduro con varios siglos de experimentación y de búsqueda.
La transformación del Arte Románico al Arte Gótico y del Gótico al Renacimiento no fue de forma brusca e inmediata, sino que fue un proceso lento y tranquilo durante el cual las formas del Gótico fueron implantándose al estilo anterior y moviéndose hacia el estilo que iba a llegar. Se podría decir que el origen de la Vidriera Gótica fue en la primera mitad del siglo XIII y su etapa final hacia finales del siglo XV y principios del XVI, cuando hubo curiosas fusiones de estilos.
Adenda: Puede concluirse que el estilo gótico y su maravillosa arquitectura sigue siendo el más representativo y el más bello que existió en Europa en los cinco siglos del Alto Medioevo y la expresión más clara de la gran alianza de la Iglesia Cristiana y los grandes señores feudales que crearon un modelo de Estado que controla el poder hasta los tiempos actuales, con muy ligeros cambios.