Vivimos en un mundo de pobreza y deshumanizado donde los recursos naturales han sido explotados sin parar. Un mundo donde se ha olvidado lo más importante, como el agua de los océanos y de los ríos, además de las plantas que nos dan oxígeno para vivir.
Vivimos en un mundo donde solo unos cuántos luchan por cambiar las normas, porque piensan que la vida humana se puede mejorar. Unos cuantos que desean acabar con la injusticia y que desean exponer todo aquello que está mal.
Unos cuantos que creen en la salvación de la humanidad y en crear un mejor mañana caminando hacia un mundo donde unos cuantos desean cambiar la cultura actual y tienen fe en que su voz sea escuchada y sirva de inspiración a los demás.
Vivimos en un mundo donde solo valoramos lo que alcanzamos a ver. Juzgamos sin conocer solo lo que nuestros ojos pueden percibir. Pero lo que vemos es superficial y no tenemos tiempo para ver más allá de lo que percibimos sensorialmente.