Descolonización y Tercer Mundo

Después de que en el siglo XX ocurrió la emancipación de la mayor parte de las colonias del mundo que significaban poco más de 1,500 millones de la población total del mundo. No obstante, una enorme población del mundo pobre siguió con los mismos problemas subsistenciales de siempre y continuó formando parte del mundo subdesarrollado conocido como ‘Tercer Mundo’.

Desde una visión geográfica, el Tercer Mundo está dentro de las zonas históricas colonizadas que a pesar de su emancipación política no han podido evitar su dependencia económica con los antiguos colonizadores. A pesar de la descolonización tras la Segunda Guerra, muy pronto se vio que la realidad tercermundista encubría variables muy distintas y no se podía decir con simpleza que el Norte equivalía a riqueza y el Sur era la pobreza.

Esa visión reduccionista de mediados del siglo pasado propició el desconocimiento del perfil interno de los países recién descolonizados, confundiendo sus posibilidades políticas y sin poder distinguir las verdaderas condiciones y variables dentro de esos territorios. No obstante existe un subdesarrollo común que se opone por completo a las condiciones económicas de los países euro-americanos industrializados.

En 1988, el profesor de economía hindú Amortga Sen recibió el Premio Nobel de Economía por su sorprendente estudio sobre las condiciones sociales y productivas que subsisten en los países del Tercer Mundo. El Nobel se le otorgaba ‘por haber devuelto una dimensión ética al debate sobre problemas económicos vitales’. El profesor Sen era originario de Bengala Occidental en la India por lo que podía entender el problema del Tercer Mundo mediante una vivencia personal. Decía el profesor Sen que ‘no se podía trazar una línea de pobreza y aplicarla a rajatabla en todo el mundo, sin considerar las características culturales y las circunstancias personales en los sectores pobres de cada nación o territorio.’

En sus estudios sobre la pobreza en el Tercer Mundo, el profesor Sen explica que ser pobre no significa – como lo consideran los expertos de Occidente – estar por debajo de una línea de pobreza imaginaria, sino tener un nivel de ingresos insuficientes para poder desarrollar ciertas funciones básicas, tomando en cuenta las circunstancias y los requerimientos del entorno donde vive y su interconexión con otros factores de su comunidad.

Otro estudio especial lo dedica a la mujer de los países tercermundistas, quién dentro de las hambrunas y las supuestas libertades de los pueblos pobres ha hecho un trabajo pionero para el desarrollo de la economía, aunque señala que su imagen de heroína relegada al sacrificio del hogar y a la familia no ha beneficiado al Tercer Mundo en absoluto.

Según Sen, existen grandes disparidades en el nivel de libertades que disfrutan hombres y mujeres en las distintas sociedades, ya que además de la disparidad en el nivel de ingresos y recursos existen otras áreas con grandes diferencias como la división de las tareas del hogar, el nivel de educación y los grados de libertad que disfrutan los diferentes miembros de una misma familia.

Señala Sen que la pobreza no debe medirse por el nivel de ingresos que percibe un individuo, sino por lo que ese individuo puede hacer con dichos ingresos para desarrollarse y teniendo en cuenta que esos logros varían de un individuo a otro y de una comunidad a otra. De hecho, la conciencia del subdesarrollo en el mundo es muy reciente y está caracterizada por el atraso que existe en los medios de producción y en muchos casos de una limitación o deformación del desarrollo cuyas principales manifestaciones son:

1.- La pobreza en diferentes grados.- 2.- El hambre, particularmente grave en los niños y la desnutrición que varía según los distintos países (En Latinoamérica varía entre el 2% y el 45%) 3.- El bajo nivel de educación y el analfabetismo. 4.- La explosión demográfica, donde hay un gran contraste entre el Tercer Mundo y los Países Desarrollados. 5.-Aglomeración Urbana. En las ciudades donde se superan los 10 millones de habitantes no se produce un crecimiento en paralelo de viviendas y de puestos de trabajo, por lo que se generan barrios marginales a donde se envían a los más pobres. 6.- En las naciones tercermundistas no se participa de las riquezas generadas por el Comercio Internacional. 7.- Desequilibrio en la estructura económica, ya que al mismo tiempo que existen áreas económicas modernas y de alta productividad que están vinculadas con la exportación, también existen áreas tradicionales muy atrasadas. Por lo que se genera una desarticulación que impide tener una economía coherente. 8.- Escaso desarrollo tecnológico que aumenta la dependencia de los países desarrollados de donde se tienen que importar las tecnologías.

Adenda: A pesar de que dentro del nuevo orden mundial se divulga la idea de que las naciones son independientes, eso es una gran farsa, ya que la libertad política poco importa cuando los individuos pobres del Tercer Mundo no logran comer a diario, no cuentan con un sistema de salud y ni siquiera tienen un cobertizo para resistir las inclemencias del tiempo.

Para conocimiento de nuestros compatriotas, México aparece como país tercermundista en todos los mapas del “Tercer Mundo” que publican todas las instituciones de estudios económicos del mundo. En latinoamérica solo existen tres excepciones, Chile, Argentina y Uruguay.