Todo el sector conservador de Occidente y quiénes controlan a los millonarios y a las universidades en los Estados Unidos odian a muerte a la escritora y profesora de Humanidades de la Universidad de las Artes de Filadelfia, quién cree que las mujeres feministas han desarrollado el mito de que han sido ellas las que han logrado que el mundo siga adelante y los hombres sólo han sido unos perversos acosadores.
Camille Paglia es atea, lesbiana, científica y siempre ha buscado la libertad para ella y para todas las personas. En su reciente libro ‘Feminismo pasado y presente’ (Ed Turner), destruye la idea del famoso patriarcado que según el feminismo actual es el responsable de todos los males del mundo en que vivimos.
En una entrevista reciente de marzo 8, cuando miles de españoles salieron a la calle a protestar y se le preguntó cuál era el motivo de su protesta, ella contestó que creía era debida a la brecha salarial que existe entre hombres y mujeres. Pero ella piensa que aunque está de acuerdo de que se le pague lo mismo a hombres y mujeres que realizan el mismo trabajo, eso nunca sucede en la realidad, ya que en los hechos, las mujeres suelen elegir trabajos más flexibles para poder dedicarse a su familia y prefieren los trabajos que son limpios, ordenados y seguros. Mientras que los sucios y peligrosos se los dejan a los hombres que tienen una vida más desordenada, pero eso se remunera mejor y eso no pueden verlo las mujeres.
Camille Paglia está de acuerdo en que las mujeres elijan diferentes caminos que los hombres y que para muchas mujeres el trabajo no sea tan importante, como la familia. Dice Paglia que muchas mujeres prefieren un trabajo más flexible para pasar más tiempo con sus hijos y no dejarlos al cuidado de extraños. El gran problema de estas mujeres es que ellas no representan a un amplio sector de su gremio y se han centrado en la ideología y en la retórica antimasculina en lugar de hacer un análisis objetivo de los datos, de la psicología humana y del significado de la vida.
Paglia piensa que la carrera laboral no es lo más importante de la vida de una persona, ya que eso permite que su trabajo defina su personalidad y esa persona está enferma. Estima que la vida humana está dividida en privada y pública, por lo que es muy importante la vida familiar afectiva. Es por eso que las nuevas generaciones estadounidenses se atiborran de antidepresivos y viven una vida caótica, ya que al identificar la vida con el trabajo los hace sentir miserables.
Dice Camille Paglia que en los años 60, el feminismo de izquierdas trataba de atraer a las mujeres trabajadoras y adoptaba sus maneras y su lenguaje. En los 70 se empezó a imponer una corriente que se centraba en las burguesas de profesiones laborales, principalmente de profesoras y periodistas. Pero lo cierto es que solo estaban centradas en hacer carrera y no se daban cuenta de lo diferente que eran sus vidas de las de las mujeres de la clase trabajadora a quiénes pretendían representar. Esto se debía a que existía una actitud muy elitista en ese feminismo, ya que las periodistas y las intelectuales eran las verdaderos culpables de esa situación pero no se daban cuenta.
En la entrevista del pasado marzo 8 a Camille Paglia se le preguntó si el feminismo debía incluir la visión de los conservadores y ella dijo que el ejemplo más claro de la visión de ese sector es el debate sobre el aborto, en el que ella está a favor de la libre elección de las madres, ya que ni la Iglesia ni el Estado pueden decirle a una mujer lo que tiene que hacer con su persona, pero respeta los movimientos antiabortistas que sin ninguna razón son eliminados de las manifestaciones y marchas de las feministas conservadoras. Expresaba que era ridículo que la segunda ola del feminismo tuviera una visión tan negativa de las mujeres que se quedaron en casa para cuidar a sus hijos y por eso rechazaron al feminismo.
Dice Paglia que en Europa también se fomentan las identidades frente a la ciudadanía. En 1972 ella era la única estudiante de Yale abiertamente lesbiana, pero a finales de los 70 y los 80 proliferó el identitarismo cuando se crearon los departamentos de género y los estudios afroamericanos. Por desgracia, las universidades de EUA están ahora llenas de burócratas que justifican sus sueldos dizque enseñando Literatura y Arte desde un punto de vista identitario. Ella considera que eso es opuesto a lo que se debiera de hacer, mediante una visión multicultural similar a la de los años 60.
Según Camille Paglia, la revolución sexual que liberó a su generación de los 60 fue extraordinaria y no está afectando a las nuevas generaciones de igual forma, sino que está forzando a los niños a tener relaciones sexuales antes de que ellos las deseen y también se están alterando las relacciones entre sexos diversos por lo que pierden dignidad y estatus.
Además, con las citas sexuales que se hacen por teléfono el sexo se ha vuelto banal. Cree Paglia que la sociedad actual debiera volver a valorar los códigos de cortejo de antes, ya que los hombres y las mujeres ven el sexo en formas diferentes y ese es otro error del feminismo actual que ha abandonado la biología y dice que no hay diferencias entre los diferentes sexos.
Dice Paglia que si se crean estudios de género, lo menos que se puede hacer es incluir el estudio de la biología, de modo que como dicen algunos, el feminismo es solo una construcción social. Por lo que los estudios de género son pura propaganda y no son una disciplina académica. Ya que es una mentira patética decir que el género sea solamente una construcción social y no una intersección entre la cultura y la naturaleza.
Adenda: En una segunda parte de este artículo seguiremos con Camille Paglia en su intento de devaluar el feminismo antimasculino que se vive en el presente, con el apoyo de todas las instituciones jurídicas, científicas y procedentes del Estado que niegan a toda costa esta interesante visión de la realidad. Al grado que han ocultado por completo la existencia de esta brillante científica con gran éxito. De hecho este artículo está siendo vetado por la mafia de los organismos que controlan las redes sociales en Occidente.